POR: JONÁS FIGUEROA SALAS (ARQUITECTO URBANISTA)
Las impactantes imágenes periodísticas del apilamiento de automóviles, estacionamientos subterráneos cubiertos de agua con vehículos en su interior, cientos de vidas humanas que no resistieron el caudal violento de agua y barro, casas inundadas de lodo y basura no son diferentes ni lejanas a las que ya hemos visto en ciudades de América, en particular aquellas que se sitúan a la vera de torrentes andinos, con complejos regímenes hidráulicos.
Aún permanecen en nuestra memoria las imágenes desoladoras del “turbión” del río Piraí (Santa Cruz de Bolivia – 1983), del aluvión de Macul (Chile – 1993) y del “huayco” del río Moquegua (Perú – 2023). A pesar de los años, siempre estarán ahí para recordarnos que, contra la naturaleza, no podemos seguir oponiendo nuestras prioridades, con sus usuras y especulaciones, sus condiciones y apuros, sin medir las consecuencias sobre el clima y el paisaje, sobre los bienes públicos y privados, sobre la seguridad de las personas y la sociedad, etc.
Los errores urbanísticos cometidos en la región de Valencia (España) son muchos, y algunos también es posible registrarlos en nuestras ciudades. Ocupación con usos impropios de riberas y márgenes fluviales, falta de gestión de cauces, extracción de áridos sin consideración de efectos en lechos y estabilidad de puentes, ausencia de gestión pública de diques y embalses como contenedores de aguaceros y riadas, falta de consideración de zonas inundables en planes y proyectos de desarrollo inmobiliario, aumento desmedido de la pavimentación, reducción creciente de zonas de infiltración natural, etc.
Tampoco la planificación urbanística puede continuar poniendo la ciudad al servicio de instrumentos abstractos, normativas y cargas que desconocen la naturaleza, el paisaje, el clima, la factibilidad del suelo, la identidad y el destino de una ciudad. Es un llamado para modificar las metodologías y transformar las resiliencias, por ejemplo, en obras ambientales estratégicas concretas de mitigación y compensación.