Hace algún tiempo que escribí el presente artículo, –que gracias a la gentileza del director–, es publicado nuevamente en razón a la inquietud manifestada por una emisora moqueguana respecto a qué ha hecho por Moquegua el señor presidente. Sin mayores comentarios, dejo que el lector que saque sus propias conclusiones, al margen de juegos de artificio y lealtades inciertas…
Sin lugar a dudas que nuestro actual Presidente Constitucional, Martín Vizcarra Cornejo, no es Hércules ni tampoco José Alberto «Pepe» Mujica Cordano, el cuadragésimo presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, quien destacó por la agudeza de sus frases, su inteligencia, su trasparencia y su humildad sin par.
Sin embargo, hay quienes, llevados por la formación cristiana, mayoritaria en nuestro medio, le atribuyen o esperan de su persona hazañas similares en cuanto a los riesgos y trascendencia a las que cumplió el héroe de la mitología griega, pudiendo decirse que la moción de confianza arrebatada al fujimorismo equivaldría al segundo trabajo, que consistió en matar a la hidra de Lerna (Léase Keiko).
Pero Martín no es un superhombre, tampoco es un profeta, como tampoco es infalible. Y al margen de su innegable suerte, que hace que un amigo diga con sana envidia: “…no tiene una pata del conejo: ¡tiene al conejo entero!”; no podemos dejar de señalar que tiene que enfrentar muchos intereses, sin mayor respaldo político y con un humor social precario que, así como hoy lo respalda, fácilmente puede tornarse contrario dado que no es un pro Vizcarra el que lo nutre, sino un anti Keiko o anti congreso.
Asimismo, poco o nada podrá hacer, más allá de los juegos de artificio, si la sociedad en su conjunto no lo acompaña en las tareas que le deberían corresponder como presidente de todos los peruanos, como por ejemplo someter también a referéndum la obligación de pago previo de las deudas tributarias de las grandes empresas, antes de judicializar las mismas; la posibilidad de que el Estado o las Regiones tengan una participación mínima en la propiedad de las empresas que usufructúan los recursos naturales no renovables, entre otros puntos, incluida la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente para revisar varios puntos de la actual Constitución, que ha permitido que los Tratados de Libre Comercio tengan más valor o peso que ella misma. ¡Las consultas deben ser en función de los intereses nacionales y no por las circunstancias o beneficios particulares!
Pero volviendo al ámbito regional, no puedo dejar de señalar o resaltar que tengo plena seguridad de su amor por Moquegua. Pero a la vez tengo temor porque muchas veces los moqueguanos no tomamos cabal conciencia de que le podemos pedir y en que apoyar, considerando nuestra realidad, dejándonos llevar muchas veces por las fantasías que no tienen un real sustento: ni económico, ni técnico ni social con la complicidad de los Colegios Profesionales que brillan por su ausencia.
Y aquí permítanme enunciar las doce tareas que, a mi modesto entender, podríamos encomendar cual moderno Hércules a nuestro presidente, para lograr sentar las bases del desarrollo sustentable de nuestra región, aparte –claro está–, de las que el considere pertinentes.
1.- Establecer todos los convenios y disposiciones legales y económicas que permitan hacer realidad el denominado Corredor Ferroviario Bioceánico Central. Asimismo, interponer sus buenos oficios en procura que tanto Southern como Anglo American se pongan, –en razón al bien común–, de acuerdo para que la segunda pueda utilizar el ferrocarril de la primera, para llevar la producción futura de concentrados al puerto de Ilo. Puerto, que si o si, debería comenzar a ser objeto de un estudio integral, más allá de anuncios pocos reales, como decir que se va a construir una zona de abrigo, cuando no se cuenta con ninguna clase de estudios, los que requieren en el mejor de los casos un mínimo de dos años para definir un perfil inicial.
2.- Impulsar la formación de un Patronato Privado y/u Asociación, en el cual participen todas las empresas privadas de la Región. Tendría como propósito principal financiar con recursos provenientes de sus utilidades netas, los estudios y construcción de obras de desarrollo y mejora de la calidad de vida en todo el ámbito regional.
3.- Dar todas las disposiciones del caso, para que todas las empresas que realicen actividades productivas en la región tributen en Moquegua, debiendo tener contabilidades separadas en los casos que se requiera, para que no continúen ocurriendo hechos parecidos a los dados en torno a Tía María.
4.- Establecer claramente la ubicación actual de la mina de Toquepala. Asimismo, estudiar la posibilidad, –especificando previamente objetivos, roles y prioridades–, de crear una Región modelo o piloto conformada por los actuales departamentos de Moquegua y Tacna. Asimismo, procurar aclarar con los departamentos vecinos todo lo relacionado a los límites geográficos.
5.- Coordinar con Anglo American Quellaveco, la posibilidad de revisar los acuerdos logrados en la Mesa de Diálogo que presidió, específicamente en lo relacionado a lo laboral y económico. Recordar que lo ofrecido, si bien es meritorio comparado con los aportes voluntarios de la Southern Copper Corporation (SPCC) en todos estos años, se diluye si se tiene en cuenta el valor accionario presente de Quellaveco y se considera además que los mil millones serán prorrateados durante todos los años de operación.
6.- Conversar con la SPCC, en procura de que reconozca sus obligaciones económicas por la ocupación ilegal de Quebrada Honda para el depósito de sus relaves. Investigar porqué el MEM hizo suyo el planteamiento de la empresa en el juicio que duerme el sueño de los justos.
7.- Tratar que la SPCC proceda a la devolución de las acciones laborales propiedad de la Comunidad Minera de Southern, y al pago de dividendos generados y/u otros que fueron motivo de una demanda judicial que data del 26 de abril de 1996, la cual ha sido ganada por la comunidad en todas las instancias judiciales.
8.- Procurar retomar el diálogo con el Banco Mundial, previa identificación de proyectos viables en el ámbito departamental, a fin de lograr el aporte de dicha entidad a los mismos, considerando que vendió a la Mitsubishi el 18.1 de las acciones que poseía en Quellaveco a US% 888 millones de dólares, no habiendo invertido más de US$ 50 millones de dólares sin que el Estado o la Región se tuvieran ningún tipo de beneficio. Lograr que se comprometan a financiar en forma compartida el dotar de servicios de agua y saneamiento en toda la región. Asimismo, que una misión del Banco revise con nuestros técnicos y el sector privado todos los planes existentes, tanto de competitividad y desarrollo, brindándonos las recomendaciones del caso. Dictar normas para que ello no se vuelva a repetir, como cuando incrementó su participación hasta 40% Mitsubishi.
9.- Incentivar la creación de un Centro de Estudios Tecnológico de alto rendimiento y calidad que forme técnicos de primera en Moquegua. El mismo contaría con el auspicio de todas las empresas ubicadas en el departamento, las cuales aparte de indicar que tipo de personal requiere o requerirá, se comprometerán a brindar practicas a los estudiantes en sus instalaciones.
10.- Brindar las facilidades del caso, para que la Universidad Nacional de Moquegua, pueda contar con mayores recursos y establecer convenios con universidades extranjeras que permitan intercambio de catedráticos e incluso de alumnos.
11.- Desarrollar un plan integral de desarrollo agrícola departamental, que considere tanto culminar el Proyecto Pasto Grande, como nuevas irrigaciones y represas. Impulsar el dragado y descontaminación de la represa. Proyectar otras conforme a su promesa de campaña, cuando postuló como presidente regional.
12.- Solicitar a la Controlaría de la República que aparte de realizar un análisis profundo en todas las instancias municipales y sobre todo regionales, establezca los mecanismos del caso para lograr que Moquegua, llegue a ser el primer departamento libre de corrupción tanto en el sector público como privado.
Empero, me temo que nada de lo anterior ocurrirá…y palabra, que desearía equivocarme totalmente.