POR: LIC. ADM. DAVID DIEGO OVIEDO TURPO
En un mundo empresarial cada vez más competitivo y digitalizado, las micro y pequeñas empresas (MYPES) peruanas enfrentan desafíos persistentes en la gestión de sus proyectos: desde entregas a tiempo hasta un uso eficiente de recursos limitados. Aquí es donde el PMBOK 7.ª edición, con su enfoque moderno basado en principios y dominios de desempeño, se convierte en una guía pragmática y adaptativa, incluso para organizaciones de pequeño tamaño.
El PMBOK (Project Management Body of Knowledge) ha evolucionado de un enfoque rígido y prescriptivo hacia una guía más flexible que permite a los equipos aplicar prácticas de forma contextualizada. Esta transición es especialmente relevante para las MYPES peruanas en 2026, que necesitan estructuras ágiles, económicas y centradas en el valor.
Primero, es crucial entender que la gestión de proyectos no es exclusiva de grandes corporaciones. Toda empresa, desde una panadería hasta un emprendimiento tecnológico, realiza proyectos: lanzar un nuevo producto, implementar un sistema de facturación electrónica o capacitar al personal. Aplicar buenas prácticas de gestión puede ser la diferencia entre el éxito y la improvisación.
El PMBOK 7 establece 12 principios rectores, como “fomentar la colaboración”, “centrarse en el valor” y “adaptarse al contexto”, que permiten a las MYPES alinear sus iniciativas con sus objetivos estratégicos. Por ejemplo, un taller mecánico que desea mejorar tiempos de entrega puede establecer un proyecto con un objetivo claro (reducir tiempos en 30 %), medir resultados y adaptar prácticas según los aprendizajes, sin necesidad de procesos complejos.
Asimismo, los 8 dominios de desempeño (como planificación, interacción con los stakeholders, entrega de valor y riesgo) son marcos prácticos que ayudan a focalizar esfuerzos en lo que realmente importa. Para las MYPES, esto se traduce en priorizar acciones que generen impacto inmediato y efectivo, sin burocracia.
TIPS Y RECOMENDACIONES PARA LAS MYPES:
Adopta un enfoque flexible: No busques implementar todos los procesos a la vez. Comienza por lo básico: definición clara del objetivo del proyecto, roles del equipo y entregables esperados.
Define prioridades de valor: Antes de invertir tiempo y dinero, asegúrate de que el proyecto aporta valor real al cliente o al mercado. Haz preguntas: ¿qué problema resuelve?, ¿quién se beneficia?
Comunicación efectiva: Mantén a todos los involucrados informados. Esto reduce errores, malentendidos y fortalece relaciones con clientes y proveedores.
Gestiona riesgos de forma simple: Identifica lo que podría afectar tu proyecto y define planes de respuesta sencillos. No necesitas software sofisticado; una matriz básica en Excel puede ser suficiente.
Usa herramientas accesibles: Aprovecha herramientas digitales económicas o gratuitas (Trello, Notion, Google Sheets) para planificar, coordinar tareas y dar seguimiento.
Capacita al equipo: Dedica tiempo corto y continuo a desarrollar habilidades internas en gestión de proyectos. Esto se refleja en mejores resultados y mayor motivación.
LA CLAVE
Las buenas prácticas del PMBOK 7.ª edición no están reservadas a grandes empresas ni a proyectos complejos. Para las MYPES peruanas, de cara al año 2026, representan una oportunidad de profesionalizar sus procesos, reducir desperdicios y entregar más valor con menos recursos. La clave está en adaptar los principios a la realidad de cada negocio, adoptar una mentalidad de mejora continua y enfocarse en resultados que impulsen el crecimiento sostenible.

