POR: ING. ANTONIO GAMERO MÁRQUEZ
Lamento boliviano. No se trata de la canción del famoso grupo argentino Enanitos Verdes. Todo lo contrario. Es el ejemplo gasífero boliviano que sorprende tras analizar cifras sorprendentes que demuestran cómo el gobierno de Evo Morales ha transformado y colocado a su industria gasífera en el top latinoamericano. Rompe el paradigma de que el Estado es deficiente empresario. En su caso logra la excelencia con una renta para el Estado de US $ 31,500 millones de dólares en la última década, equivalente a ocho veces lo recibido en los 20 años anteriores.
Bolivia ,para desazón de los neoliberales latinoamericanos, es el país que más crece y de manera continua en los últimos cuatro años , es que entendieron lo que para otros es una blasfemia económica, que el Estado si debe y puede intervenir en Proyectos de envergadura intensivos en generación de puestos de trabajo con rentabilidad económica y social ; dando valor agregado a nuestras materias primas que siempre están sometidas al vaivén de los mercados , la especulación y cuando no a los negociados de los gobernantes (lobistas) de turno y cuyo ejemplo tenemos aquí en el Perú con el regalo que han hecho del Gas Natural y a la quema indiscriminada de éste como combustible en lugar de industrializarlo.
Mientras desde el 2003 en el Perú los gobernantes y defensores de la economía de mercado y minimización del Estado negociaban la venta (a precio de regalo y sin salvaguardas) del gas natural a México, en Bolivia en setiembre del 2003 se inicia la rebelión popular –Guerra del Gas -para evitar que el expresidente Sánchez de Lozada (se fugó de Bolivia) vía Chile exporte el gas a EE. UU y México a los precios irrisorios en que el Perú lo hace y lo hará durante más de veinte años.
Una muestra. Mientras el gas peruano se vendía (2014) en México al precio del marcador H. Hub menos un 9 % de descuento que equivalía en promedio a cerca de 3.5 dólares por millón de BTU , Bolivia vendía a Argentina a US $ 10.3 dólares por millón de BTU , el 2015 con la caída de precios el gas peruano se vendía a +/- 2.2 dólares y Bolivia lo vendía a 5,4 dólares por millón de BTU.
En ocho años de nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, la estatal YPFB invirtió cerca de US $ 11,000 millones de dólares y opera una Red de 6,000 km de gasoductos y oleoductos que atraviesan 7 departamentos, 90 municipios y cerca de 800 comunidades, en el Perú desde el 2003 sólo tenemos cerca de 1,000 km del gasoducto de TGP que trae el gas y los líquidos de Camisea a la costa y recién se ha empezado con el Gasoducto Sur Peruano de 1,134 km y sólo cruza Cusco, Arequipa y llega a Ilo en Moquegua.
Luego de la nacionalización de los hidrocarburos, en mayo del 2006 por el Presidente Evo Morales, se da el primer gran paso con la puesta en marcha de las Plantas Separadoras de los Líquidos del Gas natural (LGN) , la de Rio Grande en Santa Cruz (2014) con una inversión de 160 millones de dólares de inversión que procesará hasta 200 millones de pies cúbicos de gas natural por día (MMPCD) producirá hasta un máximo de 361 TM por día (TMD) del GLP para su mercado interno y con excedentes para exportación a los países vecinos, incluido el Perú.
La segunda planta separadora es la de Gran Chaco “Carlos Villegas” (entró en operación en agosto 2015) con una inversión de US$ 700 millones, con una producción de 2,000 TM diarias (TMD) de GLP, 1500 barriles diarios (bpd) de gasolina, 2,500 TMD de etano y 1,000 barriles (bpd) de iso pentano, convirtiéndose en exportador neto de GLP y con importantes materias petroquímicas que antes se quemaban con el gas.
Para asombro del mundo y admiración latinoamericana, los bolivianos construyeron en Bulo Bulo, provincia de Entre Ríos, la planta petroquímica de urea y amoniaco con una inversión de US $ 800 millones de dólares y con capacidad de producción de 400,000 TM anuales (TMA) de amoniaco y cerca de 600,000 TMA de urea, con la que atenderán su mercado interno y el excedente será fácilmente colocado en Brasil, Argentina, Perú, etc . Ya que Latinoamérica importa cerca de 1´500,000 TMA de urea.
Contando con grandes excedentes de GLP (propano y butano), que obtendrán de la Planta separadora del Gran Chaco, han convocado a una licitación internacional para la construcción de una planta petroquímica, con la finalidad de que, a partir del propano, se pueda producir polipropileno, una resina muy demandada para la industria de transformación de los llamados plásticos duros.
Esta planta estará lista el 2021 y demandará una inversión de US $ 2,200 millones de dólares, que serán cubiertos por un préstamo de US $ 1,800 millones del Banco Central Boliviano y los US $ 400 millones serán aportados por la estatal YPFB. Esta planta se estima que generara ingresos de US $ 450 millones anuales para el pueblo boliviano y su mercado de exportación Brasil, Argentina, Perú.
Falta señalar que desde marzo de este año, en Rio Grande (Santa Cruz), ha entrado en operación su Planta de Gas natural licuefactado GNL ( gas en estado líquido al ser enfriado y que luego se regasifica para consumo) con una inversión de US $ 145 millones de dólares y una capacidad de licuefacción de 210 TM diarias (TMD) de GNL , 32 cisternas criogénicas, dos regasificadoras móviles, 27 estaciones o plantas satélites de regasificación ; con lo que atenderán zonas rurales y exportaran a sus países vecinos, entre los cuales está considerado Perú.
En la década anterior, Bolivia invirtió US $ 11,183 millones de dólares y ahora la empresa estatal YPFB anuncia que invertirá US$ 12,400 millones de dólares en el próximo quinquenio. Pregunto ¿Cuánto de inversión en hidrocarburos tendremos en el Perú? Me respondo: quizás la quinta parte de Bolivia.
Vemos y escuchamos pasmados cómo, en determinados medios de comunicación, se vierten comentarios despectivos de la estatal industria gasífera y petroquímica bolivianas. Pero la realidad desmiente estas mentiras.
Al respecto, qué inversiones privadas de este volumen se han hecho en el Perú, habría que preguntarles a estos detractores. Que se miren en el espejo del ejemplo boliviano. Hay que decirles como en la canción referida que “Bolivia es como una roca, palabras no la tocan…”. Y que esta vía es realidad concreta…no simples promesas.