POR: KAREM ROCA LUQUE
Hace un par de semanas se hizo público que el Lagarto se benefició de la Ley Soto, y en una entrevista radial, francamente dio lástima cuando el periodista le preguntó que, si estaba tan seguro de que la investigación en su contra en el caso Chirimayuni se iba a archivar, por qué no renunciaba a la prescripción y demostraba que era inocente. El Lagarto solo atinó a balbucear que eso él no lo decidía, sino su abogado, que él era ingeniero y no abogado… ¡Qué grotesco y patético resulta ahora, quien en su momento fue el hombre más poderoso del país!
Por otro lado, a pesar de lo oscuro que se ve su futuro, persiste en mantenerse en política. El poder ocasiona una terrible adicción, sobre todo en las personas que lo han disfrutado y carecen de valores y principios, siendo estas capaces de hacer cualquier cosa, con tal de volver a ostentar dicho poder.
En su caso, el poder le llegó de forma fortuita y a base de confabulaciones y traiciones, pero parece que, para él, hacer lo que sea, lo ha llevado a escoger el camino de la ridiculez en público, haciendo gala de una falta de amor propio y ausencia de ideas, que resulta impresionante.
Cómo podríamos haber pensado que este pobre y ridículo personaje podría habernos sacado airosos de la pandemia y ahora cómo podríamos pensar que este payaso de Tik Tok, podría volver a tener las riendas del país en sus manos, manchadas con la sangre de cientos de miles de peruanos fallecidos durante la pandemia, que nauseabundo resulta. Sin embargo, nunca faltan los ayayeros y chupamedias, que aplauden cada una de sus estupideces. A estas alturas, a su lado, el bufón de bigotes, más conocido como el chismoso del barrio hasta parece inteligente.
Antes se mostraba solo como un aprovechado inescrupuloso, alguien presumido, un galán piropeador, siempre había alguien que picaba su sucio anzuelo. El Lagarto trataba de aparentar que era un intelectual, pero solo era alguien corriente, sin los mínimos modales, ni siquiera los más básicos para comer, parece que en su casa no habían reglas como “no se habla con la boca llena”, “no sorbas”, etc.; eso sí era muy hábil para bromear, sobre todo a costa de los que no se podían defender, siempre sacando ventaja de su posición, pero siempre se cuidaba mucho de no hacer el ridículo. La abstinencia del poder ha hecho que pierda todo recato y se suelte las trenzas, mostrándose tal cual es, un hombrecito minúsculo, ridículo y patético.
¿Lagarto Fiu- Fiu puedes dormir tranquilo?, pero cómo eres un mitómano, no te importa que tus subalternos, tus amigos y/o ex funcionarios del gobierno nacional paguen las consecuencias de tus actos por corrupción. Te pregunto nuevamente: ¿Puedes dormir tranquilo? A todos les dirás que sí, pero sabes perfectamente que no.
La jueza Margarita Salcedo autorizó tus viajes a Moquegua del 3 al 7 noviembre y del 1 al 5 de diciembre para cumplir compromisos laborales en la empresa Agrotécnica Estuquiña S.A… ¡Ah! pero llegas a Moquegua a la bodega del gran Camilo, tu “celestino”, tu defensor, cree en ti cómo muchos otros lo hicimos, ojalá no te atrevas a inmiscuirlo en tus frivolidades. Y no seas fresco, pon tu cuota, siempre te gusta comer y beber gratis, y quienes lo comentan es gente de tu propio entorno.
El permiso del Poder Judicial te exige informar sobre tus actividades que realizarás en Moquegua, cuando retornes a Lima. De no cumplir con el requerimiento judicial, se te podría revocar el régimen de comparecencia con restricciones y se te impondría prisión preventiva.
De acuerdo con el dominical, la ‘Ley Soto’ hizo que el delito negociación incompatible, que se te imputa por hechos del 2011 prescriba en 10 años. Es decir, en el 2021. Sin esa ley, señala un reportaje dominical, el caso no hubiera prescrito y podría seguir siendo juzgado.
Pero la doble moral del Lagarto solo se aplica a lo que mejor le conviene, la verdad se va abriendo camino.
Amables lectores nos vemos la próxima semana.
“Ante tanta injusticia seguiré siendo una roca en tu zapato”.