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14 junio, 2025 10:01 am

La SIP reitera preocupación por el grave deterioro de la libertad de prensa en Perú

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) volvió a expresar su profunda alarma por el acelerado deterioro de la libertad de prensa en Perú, marcado por un clima hostil que impacta directamente el ejercicio del periodismo independiente. La organización advirtió sobre un patrón persistente de ataques, amenazas, restricciones informativas y campañas de estigmatización provenientes desde el poder político, figuras públicas y estructuras institucionales.

En los últimos días, la periodista Rosmery Tapara, de la Unidad de Investigación del diario La República, fue víctima de amenazas, hackeo de sus cuentas personales y bloqueo de sus líneas telefónicas. Estos actos ocurrieron tras la publicación de un reportaje, el 7 de junio, sobre el empresario Aniceto Argüelles, dueño de Industrias Argüelles, una de las principales contratistas de recolección de residuos en Lima.
Asimismo, el periodista y columnista René Gastelumendi y su familia recibieron amenazas de muerte luego de una publicación que vinculó al alcalde Franco Vidal, del partido Avanza País, con el uso indebido de sus redes personales para fines de autopromoción. En una nota de Opinión La República advirtió que “la prensa peruana está bajo el asedio criminal”.
El presidente de la SIP, José Roberto Dutriz, declaró: “Es crucial que la sociedad civil, las instituciones democráticas y los líderes políticos se movilicen en defensa de los periodistas. El hostigamiento a la prensa no solo pone en riesgo vidas, sino que debilita el derecho de la ciudadanía a estar informada”. Dutriz, CEO y director general de La Prensa Gráfica de El Salvador, añadió: “Debemos denunciar con firmeza cada intento de intimidación y censura que busque silenciar al periodismo investigativo y crítico”.
Otros periodistas reconocidos también han sido blanco de hostigamiento judicial y campañas de difamación por su labor investigativa, entre ellos Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros; Rosa María Palacios, columnista de La República; y Pola Ugaz, corresponsal del diario ABC de España.A las agresiones directas se suma la falta de transparencia oficial. Recientemente, funcionarios del Despacho Presidencial acusaron a la prensa de causar “percepciones distorsionadas y confusión social” al informar sobre el incremento de sueldo de la presidenta Dina Boluarte. Medios como El Comercio publicaron investigaciones al respecto, que fueron descalificadas desde el Ejecutivo.

El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, continúa siendo uno de los principales referentes de la estigmatización contra la prensa. De manera reiterada, lanza acusaciones infundadas y discursos descalificadores contra periodistas y medios que investigan su gestión, alimentando un clima de hostilidad que trasciende lo institucional.

Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP y directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM), condenó “los ataques sistemáticos y el clima de hostilidad que enfrentan periodistas y medios por cumplir con su labor de fiscalización. La prensa tiene el deber de informar sobre los asuntos públicos, y cualquier intento de silenciarla debilita la democracia”.

En marzo pasado, una delegación de la SIP visitó Perú y constató un entorno cada vez más adverso para el ejercicio periodístico, que incluye persecución judicial a periodistas críticos, campañas de desinformación desde el Estado, estigmatización de voces disidentes, restricciones al acceso a la información pública y propuestas legislativas que amenazan directamente las libertades informativas. “Todo esto genera un ecosistema hostil para la prensa y un serio retroceso para los derechos ciudadanos”, alertó la organización. También advirtió que la situación podría agravarse en el marco de las elecciones generales previstas para abril de 2026.

En su Informe de libertad de expresión, el Consejo de la Prensa Peruana señaló que “el periodismo en el Perú atraviesa hoy uno de sus momentos de mayor peligro”.

El Índice Chapultepec 2024 de la SIP también reportó “un grave retroceso en la libertad de expresión y de prensa” en el país andino. “Este deterioro es el punto más crítico de una caída gestada en los últimos años”, señaló el informe. Agregó que “el Poder Ejecutivo fue el que tuvo la influencia más desfavorable sobre el derecho a la libertad de expresión, seguido de cerca por el Poder Legislativo”. Perú cayó del puesto 12 al 16 en el ranking regional y fue clasificado en el nivel de “alta restricción” de libertades.

La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está conformada por más de 1.300 medios del hemisferio occidental y tiene su sede en Miami, Florida, Estados Unidos. [Sociedad Interamericana de Prensa]

Análisis & Opinión