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28 enero, 2025 10:06 pm

La resistente informalidad

La informalidad no es solo de la capital y de algunas ciudades importantes. Los departamentos del suroeste (Arequipa, Moquegua y Tacna) también la contienen en gran dimensión.

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)   

La informalidad es una realidad existente por largos años y, a pesar de los despropósitos, tiene ventajas y también desventajas. Las ventajas de ser informal empiezan por el fácil acceso al empleo, sobre todo para personas de escasos recursos; sigue con la flexibilidad de los horarios que se acomodan a sus intereses; continúa con los micro y pequeños empresarios que fácilmente ingresan al mercado con bajos costos de entrada y desvinculación de la burocracia estatal, la cual consideran más un obstáculo que un buen asesor; finalmente, es la forma más rápida de generarse ingresos que alivian su pobreza a pesar de su vulnerabilidad.

La informalidad existe en todas las partes del país, tanto en la ciudad como en el campo. Así tenemos que en 19 departamentos predomina la informalidad urbana y en 5 la informalidad rural. Por otro lado, Lima contiene el 28% de informales del país, Piura el 6%, La Libertad el 6% y Cajamarca el 5%. Hasta en informalidad se da también el centralismo. La pregunta subsiguiente es si los trabajadores y empresas están angustiados por ser formales, y la respuesta es paradójica: el 51% opina que no es necesario registrarse en la SUNAT, y el 33% afirma lo mismo porque considera que su empresa es muy pequeña. El desprestigio de la entidad recaudadora de impuestos no les atrae y prefieren la incomodidad de vivir a sobresaltos.

Sin embargo, las desventajas son de fuerte impacto, pues están carentes de protección social, adolecen de estabilidad laboral y están al margen del Estado porque no pagan impuestos. La explicación de su existencia está, en primer lugar, en el fracaso del Estado por las excesivas y traumatizantes tramitologías laborales, sus deficientes servicios y la sensación de que se persigue al pequeño negocio mientras se crean exoneraciones para los grandes.

Según información del INEI publicada por Infobae, se informa que son 17 millones 319 mil peruanos los que están en la informalidad. Esto quiere decir que, si bien las cifras son del 2022 y 2023, es seguro que en el presente la informalidad sigue igual o ha aumentado simplemente. Por otro lado, el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en su trabajo de investigación al 350°-2023, afirma la misma tendencia. Del total de informales, el 45% son trabajadores independientes, el 37% son asalariados y el resto no lo precisa. Agrega que el 79% de los trabajadores informales trabajan en empresas de no más de 20 trabajadores, y el 14% de las empresas informales laboran también en empresas formales del mismo tamaño. Es decir, a los trabajadores informales independientes los vemos en las calles, casas, mercados o deambulando, pero hay otra parte, no visible, que labora o da servicios a las empresas formales.

La informalidad no es solo de la capital y de algunas ciudades importantes. Los departamentos del suroeste (Arequipa, Moquegua y Tacna) también la contienen en gran dimensión. En el mismo estudio del Instituto que citamos, se señala que, en estos departamentos, del total de la informalidad, predomina la que está en zonas urbanas: Arequipa tiene el 88%, Tacna el 83% y Moquegua el 74%. Este dato sí que es increíble, dado que la premisa es que quienes laboran en el campo son mayoritariamente informales. Esto quiere decir que la actividad agrícola es tan pequeña que hasta en informalidad le gana lo urbano. Y, para ser más concretos, en cifras, el número de trabajadores informales en Moquegua es de 76,466; en Tacna y Arequipa, 492,855. Algunos nos encararán que lo de Moquegua y Tacna es más bajo que Arequipa y otros departamentos, pero recordemos que los dos departamentos del extremo son también de menor población.

A manera de conclusión, deducimos que la informalidad sigue presente con tendencia a crecer. La única manera de atraerlos a la formalidad es que sientan que les irá mejor, que lo que paguen de impuestos les traerá beneficios. Tenemos que cambiar este Estado que les es ajeno, delincuencial y corrompido.

Análisis & Opinión