POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)
La caída de la extracción de pota o calamar grande ha disparado los precios, y una de las primeras explicaciones es la reducción de los niveles de captura, sobre todo en la costa norte del país. Según Infobae, el precio del kilo de pota ha aumentado más de un 400 %: lo que antes costaba aproximadamente un dólar, hoy cuesta cinco.
El informe sobre el desempeño de la pesca extractiva del Ministerio de la Producción (MP) indica que en septiembre de 2023 se desembarcaron en los puertos del país 29 200 toneladas de pota, mientras que en septiembre de 2024 solo llegaron 18 500 toneladas, lo que representa una reducción de más del 52 %.
Cabe añadir que en los puertos donde se desembarca pota, esta forma parte preponderante de la dieta familiar y también de la gastronomía turística. Los pescadores, los más afectados, aseguran que no podrán depender de la extracción del perico debido a la escasez de la pota, calificando la situación como una de las crisis más profundas de los últimos años.
En cuanto a los mercados, principalmente el Mercado Mayorista de Lima, en julio de 2023 ingresaron 974 TM de pota, mientras que en julio de 2024 solo ingresaron 611 TM, lo que supuso una reducción del 33 % entre ambos años. La caída de la captura y su repercusión en los ingresos de los pescadores exigen respuestas claras sobre las causas de este descenso. No se están experimentando variaciones climáticas significativas que puedan ser responsables de este fenómeno. Los pescadores señalan que todo se debe a la entrada de grandes embarcaciones chinas en las aguas territoriales peruanas de 200 millas.
Y no les falta razón, ya que los pescadores del litoral peruano ven constantemente estas embarcaciones en nuestro mar territorial. Además, se ha denunciado que algunos de estos barcos incluso atracan en puertos sin restricciones. No solo se trata de barcos de extracción, sino también de barcos industriales o factoría, que procesan partes de las especies marinas directamente a bordo. Las quejas no provienen únicamente de Perú, sino de varios países afectados por esta situación.
Ante este contexto, el Gobierno peruano aprobó el Decreto Supremo n.º 016-2020-PRODUCE, que establece que todas las embarcaciones extranjeras que ingresen a las aguas territoriales deben contar con equipos de seguimiento satelital que transmitan su ubicación y actividades a las autoridades peruanas, y prohíbe que realicen actividades de pesca marina. Sin embargo, no se les impide ingresar si el motivo es realizar mantenimiento y reparaciones.
Todo parecía estar bajo control hasta que surgió el llamado «cuento chino» o «arribo forzoso», en el cual, bajo el pretexto de realizar mantenimiento, las embarcaciones apagaban su señal satelital y permanecían horas pescando pota y otras especies. Esto ha sido negado por la Agencia Pesquera China, que argumenta que sus barcos son controlados por satélites chinos, negándose a utilizar el sistema de control satelital peruano. Dado que estas embarcaciones tienen una capacidad extractiva mayor que las peruanas, ya que sus redes alcanzan mayores profundidades, el peligro de depredación de la pota es inminente. Mientras tanto, las autoridades del Ministerio de la Producción y el Gobierno central no están aplicando las normas para investigar y sancionar a los infractores de bandera extranjera.
