martes, 25 de noviembre de 2025
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La mujer moqueguana: raíz, camino y territorio

La identidad de la mujer moqueguana se construye entre memoria, territorio y trabajo silencioso que sostiene la vida cotidiana de toda una región.

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POR: JULIANNA TOKUNAGA (CHEF Y SEÑORA PERÚ MOQUEGUA 2025)

El haber sido elegida Sra. Perú Moquegua no es un título, es una responsabilidad que nace antes de que una misma lo entienda. Empieza en la cocina, donde una abuela remueve una olla con paciencia antigua; en el campo, donde una madre aprende a leer el clima mirando el color de los cerros; en los mercados, donde tantas mujeres sostienen la economía familiar sin siquiera nombrarlo. Cuando acepté llevar la banda de mi región, entendí que significaba representar a todas esas vidas silenciosas que sostienen a Moquegua día tras día.

LA FUERZA QUE SE TEJE

Ser mujer en esta tierra siempre ha significado más que resistir. Es crear, cuidar, negociar, producir, organizar y volver a empezar incluso cuando el panorama es adverso. La fuerza moqueguana no es una fuerza que se impone; es una que se teje. Se teje con manos que cultivan, que amasan, que curan y que celebran. Crecí viéndolo sin darme cuenta, porque las mujeres que me rodeaban no hablaban de fortaleza, la practicaban. Y esa naturalidad es lo que más me marcó.

MIRAR A MOQUEGUA DESDE DENTRO

Representar a Moquegua también me obligó a mirar mi región con otros ojos. Desde lejos, Moquegua parece un territorio de colores suaves, con valles ordenados, quebradas tranquilas y un cielo que rara vez pierde la calma. Pero desde adentro, Moquegua es un pulso continuo. Es el olor a tierra mojada cuando empieza la campaña agrícola, es el sabor profundo del damasco, es la fe de las mujeres de los comedores populares que alimentan a barrios enteros sin esperar reconocimiento. Es una región pequeña en mapa, pero inmensa en memoria.

AMAR A MOQUEGUA

Cuando pienso en lo que significa “amar a Moquegua”, no pienso en banderas ni ceremonias. Pienso en las mujeres que levantan a esta región incluso en silencio. En las líderes comunitarias que se quedan hasta tarde organizando ollas comunes; en las artesanas que han aprendido a narrar la historia local con sus manos; en las emprendedoras que, como yo, buscan abrirse camino sin olvidar de dónde vienen. Pienso en todas esas vidas que me anteceden y que me dan sentido.

MUJERES QUE CONVIERTEN LO COTIDIANO EN LEGADO

Hoy puedo decir que representar a la mujer moqueguana es asumir que nuestra identidad no es una herencia estática, sino un trabajo compartido.

Es reconocer que nuestra fuerza no nace del orgullo, sino del amor por nuestras familias, por nuestra tierra, por la posibilidad de construir algo mejor.

Y ese amor, aunque a veces se parezca a un deber, es lo que ha hecho que Moquegua sea una región formada, sobre todo, por mujeres que transforman lo cotidiano en legado.

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