POR: PAOLA LAZARTE CASTILLO (MINISTRA DE TRANSPORTES Y COMUNICACIONES)
Ser independientes significa no admitir intervenciones ajenas y tomar decisiones autónomas, pero cómo hacerlo si aún hay servicios públicos que no se han emancipado y en lugar de facilitar, perjudican el desarrollo de nuestros proyectos de vida.
Un ejemplo es nuestro sistema de transporte público, en donde todavía tenemos mucho por hacer para estar a la altura del sueño de nación que se gestó hace más de 202 años. Por eso, desde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones sabemos que todos los días hay una nueva batalla por librar y nuevos servicios por independizar.
Independizar el transporte público de la burocracia insensible significa acelerar obras como la Línea 2 del Metro de Lima y Callao y lograr el financiamiento para las Línea 3 y 4, dialogar con las concesionarias para asegurar la prestación del servicio, reactivar obras olvidadas por años como el tren Macho y liberar vías públicas obstruidas por la dejadez de autoridades mediocres.
Independizar el transporte del centralismo impulsando infraestructura que conecte regiones y dinamice sus economías como la nueva Carretera Central, el puente Tarata, la vía expresa Santa Rosa, el aeropuerto de Chinchero, la carretera Oyón – Ambo, el eje vial 4 en Amazonas y el muelle Norte y Sur del Callao. La batalla contra el centralismo implica también encontrar nuevas estrategias de contratación y ejecución de obras por lo que hemos planteado reformas a la Ley de Contrataciones del Estado que interconecten de sistemas de información de las entidades públicas y que castiguen a malas empresas. Del mismo modo, fortalecimos los mecanismos de Gobierno a Gobierno, Alianza Público Privadas y Obras por Impuestos, el último con una cartera de más de 200 millones de soles.
Y lo más importante, independizar el transporte de la corrupción. Lo primero fue declararle la guerra a las licitaciones irregulares y a las empresas con malas prácticas. También le devolvimos la meritocracia al sector respaldando a los equipos técnicos y no cediendo a intereses particulares. Asimismo, nos venimos sometiendo a evaluaciones internacionales para transparentar nuestros procesos, recibiendo hace poco la certificación del ISO 37001:2016 por nuestro sistema de gestión antisoborno.
Este nuevo aniversario de nuestra independencia nos exige mirar cuanto aún tenemos que avanzar, corregir e independizar. No estaríamos aquí sin la entrega de miles de compatriotas que hace dos siglos creyeron que era posible ser una nación unida, libre y próspera. Desde donde estemos debemos seguir creyendo y trabajando por ese sueño y desde el MTC lo seguiremos haciendo, batallando contra la burocracia insensible, el centralismo, la corrupción y todo lo que se oponga a tener un sistema de transporte moderno, seguro y sostenible, un trasporte público que nos conecte a esos proyectos de vida que un ciudadano libre e independiente merece tener.