POR: LISSETH V. VALDIVIA ROJAS (DOCENTE SAANEE ILO)
“La educación inclusiva no es solo un derecho, es un deber de todos los que estamos en el sistema educativo. No se trata solo de integrar a estudiantes con discapacidad, sino de brindarles un entorno donde puedan aprender y desarrollarse plenamente, igual que cualquier otro alumno”.
En el marco del 16 de octubre, Día de la Inclusión Educativa y de la Persona con Discapacidad, se resalta ese espacio importante en el sistema educativo, donde los educandos con habilidades especiales conjugan con los docentes y demás compañeros una interrelación social educativa importante, trabajando en la construcción de un sistema educativo más inclusivo.
El equipo SAANEE (Servicios de Apoyo y Asesoramiento de las Necesidades Educativas Especiales), formado por docentes con una vasta experiencia en educación especial, se encarga de recorrer distintas instituciones educativas de Ilo y del país, compartiendo estrategias y conocimientos con otros docentes sobre cómo adaptar las aulas para recibir a estudiantes con discapacidad y que estos desarrollen diferentes actividades que coadyuven a su superación personal.
Los docentes de SAANEE, en sus talleres y acompañamiento para los docentes de aula, no solo enseñan técnicas pedagógicas, sino que también inspiran a los profesores a ver la diversidad como una oportunidad para enriquecer el trabajo pedagógico. “Una educación inclusiva es una educación para todos. Cuando los docentes abren su mente y su corazón a la inclusión, los resultados no solo son visibles en los estudiantes con discapacidad, sino en todos los niños”.
Este equipo de trabajo educativo sabe que el desafío es grande, pero están convencidos de que, con herramientas adecuadas y una formación continua, los docentes de aula pueden ser los mejores aliados en el proceso de inclusión. “El reto más grande es eliminar los prejuicios y miedos que los mismos profesores puedan tener. La inclusión no es una carga, es una responsabilidad que, bien asumida, transforma vidas”.
En esta fecha tan significativa, el trabajo de los maestros nos recuerda que la inclusión educativa es preponderante para un futuro más justo y equitativo. Un aula puede ser un espacio posible donde todos tienen un lugar e importancia; esto requiere el compromiso de toda la comunidad educativa. Al celebrar el Día de la Inclusión Educativa y de la Persona con Discapacidad, reconocemos que cada paso hacia la inclusión es un paso hacia una sociedad más humana y solidaria.
«La inclusión no es solo permitir el acceso, es abrir oportunidades para que todos brillen».