Por: María Isabel Vera
Directora médica de Abbott y magister en nutrición clínica
Saber cómo mantenerse hidratado cuando te sientes enfermo y sobre todo si estás infectado por un virus, es muy importante. Por ello queremos compartir algunas claves sobre cómo la hidratación, que es vital para mantener un buen estado de salud y durante una enfermedad, puede ayudarte en una adecuada recuperación.
Es importante que sepas que no todas las soluciones de hidratación son iguales. Sustancias como los electrolitos (sodio, cloruro y potasio), así como la glucosa pueden afectar tu hidratación si no están adecuadamente balanceados.
¿CÓMO LA HIDRATACIÓN PROMUEVE UNA BUENA SALUD?
El agua es parte de cada célula de su cuerpo, es el medio donde se distribuyen nutrientes y otras moléculas esenciales y es el medio de comunicación entre todos los órganos y sistemas del organismo, por lo que es esencial para la salud. Cambios muy pequeños en los líquidos (agua) corporales tiene grandes e importantes consecuencias, sobre todo en niños y adultos mayores, personas que tienen dificultad para manifestar cualquier desbalance a este nivel y se debe estar atento en buscar y/o prevenir la temida pérdida de agua y electrolitos y sus consecuencias.
Cuando tu cuerpo está enfermo, hay síntomas comunes que pueden llevarte a la pérdida de agua y electrolitos incluyendo fiebre, tos, diarrea, vómito, lo anterior sumado a la pérdida de apetito y una sensación de sed comprometida. Por lo que, si no están tomando suficiente líquido puede ser un signo importante que lo pone en riesgo de déficit de agua y electrolitos.
Dentro de las consecuencias de la pérdida de agua y electrolitos, está que tu cuerpo puede tener dificultades para regular la temperatura, que es especialmente importante en niños pequeños y en adultos mayores. La hidratación adecuada puede ayudar a que las células de la piel y las membranas mucosas actúen como una barrera para evitar que las bacterias entren al cuerpo. Además, es un apoyo para disminuir la irritación nasal cuando hay tos, estornudos o simplemente al respirar.
UNA INADECUADA HIDRATACIÓN, AFECTA TODO EL CUERPO
Incluso una pérdida de agua y electrolitos leve puede tener un gran impacto en la forma en la que te sientes. Investigaciones muestran que perder solo el 2% del agua del cuerpo puede afectar negativamente el estado de ánimo, la memoria y la coordinación. Y, a veces, el mecanismo de sed del cuerpo no siempre es 100% preciso. A menudo, cuando se comienza a tener sed, es posible que ya se esté deshidratado.
A medida que avanza la hidratación inadecuada, la sangre se vuelve más concentrada, lo que puede afectar varios órganos internos. Esto significa que los riñones deben trabajar más para retener el agua, y el corazón tiene una tensión adicional por mantener la presión arterial. Algunos signos de la pérdida de agua y electrolitos son piel seca, mareos, latidos rápidos, ojos hundidos, orina oscura, calambres y dolor de cabeza.
MANTENERTE HIDRATADO PARA RECUPERARTE DE UN VIRUS
Todos los líquidos no son iguales cuando se trata de prevenir y aliviar eficazmente los síntomas de una hidratación inadecuada leve a moderada. Existen minerales especiales, también llamados electrolitos, como el sodio, el potasio y el cloruro, que ayudan al cuerpo a mantener el equilibrio de líquidos y a que las células de nuestro cuerpo funcionen correctamente. Es importante obtener el equilibrio adecuado de electrolitos, glucosa y sodio para garantizar la mejor hidratación posible.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar preparaciones de agua y electrolitos para aliviar la hidratación inadecuada leve a moderada. Si bien el jugo y las bebidas deportivas comunes pueden parecer buenas opciones cuando te sientes enfermo, su alto contenido de azúcar puede empeorar los problemas estomacales como las náuseas, la diarrea y empeorar la deshidratación.
Algunos productos contienen una proporción óptima de electrolitos clave, así como la cantidad justa de glucosa para ayudar a que las células lleven agua de manera más efectiva, reemplazando lo que se pierde durante la enfermedad.
Mantenerse hidratado puede ayudar a recuperarte más rápido si te golpea un virus respiratorio. Si necesitas ayuda para restaurar líquidos y electrolitos clave, intenta tomar uno o dos litros de estas preparaciones con agua y electrolitos durante todo el día. Y, consultar a tu médico siempre es el mejor curso de acción cuando necesitas mejorar lo antes posible.