POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA)
Los del siglo XX recordamos a la quinua como un superalimento en grano y molido. Con el primero era menú de nuestros almuerzos, con el segundo los postres o puro como el pito cañihua.
Prepararlo era muy laborioso pues este llegaba acompañado de piedrilla que si no lo eliminábamos podría afectar nuestros dientes. Siempre escuchábamos de nuestros abuelos la recomendación de comerlos para nutrirnos bien, además por ser originario de los Andes y base de la alimentación pre e incaica. Muchas veces nos preguntábamos, si tan bueno era, porque no se vendía en el extranjero.
Los que sí lo sabían eran los de la NASA, preparaban alimentos para los astronautas, fabricaron concentrados para los que viajaban en al espacio sideral. Se buscó promover este producto y en 2001 la ONU designo a este como el Año del alimento de la Quinua, que sirvió para promocionar este alimento. Los inmigrantes andinos contribuyeron a masificarlo y dado el elevado contenido proteínico, en especial para los niños, incremento inusitadamente una fuerte demanda. El gobierno de Ollanta de ese entonces abandero en los foros internacionales su promoción.
Bolivia, Perú y Ecuador se convirtieron, principalmente los dos primero, en los primeros exportadores de quinua o quinoa en el mundo. La preferencia era tan elevada que la quinua en el 2013 se cotizaba en 9,000 dólares la Tonelada métrica (TM), sus precios superaban sesenta veces al del trigo y maíz. Era insumo de cientos de alimentos preparados para niños y jóvenes que se industrializan en bolsitas de aluminio de manera masiva, además de los granos en bolsas muy bien presentadas y con todas las seguridades del caso.
El mercado internacional requería el producto con el adiós a las piedrecillas, exigían calidad y perdurabilidad. Los campesinos se organizaron y el Estado acudió con el asesoramiento y vigilancia. La quinua se constituyó en el nuevo oro de los Andes y por supuesto en el escenario in otros competidores, el primero fue Chile que también tiene su región andina.
En Europa, ante tan elevados precios, innovación del producto, España encabeza una producción muy elevada al extremo de hacer caer los precios a un promedio de 600 dólares por TM de quinua. De esta manera los costos de producir en las zonas andinas no resultan competitivas, el país ibérico utiliza una tecnología muy moderna, reconvierte las grandes extensiones de Olivo en quinua, apoya en capacitación y asesoría a los agricultores y sus hijos en mejoramiento de la productividad, uso de laboratorios.
De tal manera que está copando el mercado internacional con muchas variedades de quinua sembrada u cosechada muy cerca del mar. Por supuesto que Perú y Bolivia han puesto el grito en cielo, sobre todo este último que tiene acreditado por la ONU la certificación de originalidad del producto. La guerra está declarada, mientras en España la productividad se multiplica, en los países andinos la quinua es original, orgánica y más nutriente. Si el mercado sigue expandiéndose la guerra comercial tendrá más protagonistas, EE.UU. Australia, China, Canadá.
Y Perú sigue adelante, esta entre la lista de los mayores exportadores de quinua, La Agencia Estatal Andina informa que el INEI señala que la producción de quinua en el país alcanzó las 23,832 toneladas en junio 2021 del presente año, cantidad superior en 75.2% al mismo periodo anterior, Los departamentos en el presente año siguen apostando a la exportación de la quinua y por ello incrementaron su producción.
Según el Reporte del MINAGUE Cusco (149%), Ayacucho (118.1%) y Apurímac (66.1%), Tacna (138.9%), Áncash (35.5%), Junín (31.4%), La Libertad (30.8%), Huánuco (22.4%) y Huancavelica (11.3%); mientras que, se redujo en Arequipa (-26.4%) y Cajamarca (-0.8%). Estamos todavía entusiasmado por este mercado y no debemos perderlo (Grafico 01) así tenemos a EE. UU (40%), Canadá (10%), Países Bajos (6%), Italia (4%), Alemania (4%), China (3%) entre los principales. La guerra está declarada, insistimos, en 2016 Perú y Bolivia copaban el 90% del mercado, hoy se nos ha reducido a 40%. según DW un Kg, a España le cuesta 0.70 dólar mientras que a nosotros nos cuesta 1,00 dólar. Nuestra mayor ventaja es que tenemos la más rica quinua es más natural, proteínica y agradable.