La epifanía de Mollendo

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Dr. Manuel De Torres Muñoz

Por: Dr. Manuel De Torres Muñoz

“He meditado mucho sobre el simbolismo y los hechos, y cada vez que la imaginación me ha hecho recorrer caminos maravillosos, y he llegado a conclusiones inquietantes, de aquí en más de una ocasión me he preguntado: ¿Por qué Mollendo está ligado a una epifanía? Y analizando el simbolismo, viendo aparecer en el horizonte mollendino de hace ochenta y cuatro años, una cabalgata real, tres Reyes Magos con ofrendas a este pedazo de la Obra de Dios, a este hoy Puerto de Mollendo, he querido creer, creo firmemente, que los Magos del Oriente dejaron aquí entonces, para el hijo del Hombre, el Dios vivo, y para los hijos de los hombres, los esforzados mollendinos, el oro, el incienso  y la mirra de sus alforjas.

Oro, que es su tesón y su laboriosidad. Si el pueblo de Mollendo no fuera tesonero, si no fuera laborioso, hubiese nacido muerto. Solo el tesón y la laboriosidad de los mollendinos han podido domeñar sus penas calcinadas y su mar altivo.

Incienso, que es la hombría de bien de sus gentes, pero que nunca pudo significar, halago hipócrita ni adulación ceremoniosa.

Mirra, que es el sudario donde pudieron purificarse sus infinitos contratiempos y adversidades. Mirra que hizo del dolor paño de lágrimas y de la miseria, fe.

Este es Mollendo señores, oro, incienso y mirra que los Magos del Oriente esparcieron por este suelo y por este mar, y que los mollendinos fueron amalgamando con su sangre hasta incorporarlo a su espíritu, para formar este pueblo tesonero, laborioso, hidalgo, y que, a pesar de todo, jamás perdió la fe.

¡No! Nunca perdió su fe, aunque las apariencias pudieran decir otra cosa. Si Mollendo hubiera perdido su fe, no estaría hoy en marcha su vasto plan de obras. Ni bullirían en el cerebro de cada uno de sus muchas necesidades y problemas.

Mollendo mira serenamente su porvenir y olvida, su pasado inquietante y malaventurado, con esa felicidad con que el humano arrincona sus recuerdos desagradables.

Mollendo dentro de un lustro cambiará totalmente su faz. Los que estamos aquí reunidos y el pueblo de Mollendo, todo, podrá vanagloriarse de que el presente de los Reyes Magos hace ochenta y cuatro años dejando en sus playas, no solo tesón, laboriosidad, hombres de bien y fe, sino una linda arqueta para custodiar el oro, el incienso y la mirra, del legado real.

¿Epifanía? Y analizando el simbolismo, hoy al reunirnos aquí, como homenaje al ochenta y cuatro aniversario de Mollendo, el Concejo Provincial de Islay tuvo el propósito de hacer entrega de un premio de 3,500 soles al autor de la mejor Monografía Histórico Geográfica sobre la Provincia de Islay. Se consideró, que ya han pasado los tiempos en que los Concejos se limitaban a ser meros organismos administrativos de los intereses comunales y que debían asumir también importantes misiones en orden a los valores propios del espíritu; y de ahí la significación de este galardón instituido. De ahí también sus buenos deseos para la instalación de una Biblioteca Municipal y de una radio emisora local.

Desgraciadamente el concurso ha tenido que declararse desierto; no hubo ningún concursante. O el premio pareció pobre o el cariño a esta tierra no fue suficiente estímulo. Yo voy a permitirme un ofrecimiento. Si Dios me da vida, la Monografía no quedará sin hacer. Cuando me llegue el relevo en esta casa, que espero, será pronto, yo he de comprender esa tarea. No me hará falta el estímulo material, no me parecerá mucho trabajo, será suficiente mi cariño a Mollendo. He dicho”.

(*) Importante: Esta es una ponencia en la sesión solemne en la Municipalidad Provincial de Islay el 6 de enero de 1955, con ocasión del 84 aniversario de la fundación ferroviaria de Mollendo, a cargo del regidor municipal, Dr. Manuel De Torres Muñoz (1913-1991) en la gestión del alcalde Luis Calvimontes Sáenz. Como un homenaje póstumo.

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