POR: JESÚS MACEDO GONZALES
Los niños y adolescentes desde la existencia de la Convención de los Derechos del niño tienen la condición de ciudadanos y ciudadanas, porque tienen deberes y derechos en nuestra sociedad. Desde un punto de vista político, pueden ejercer poder porque son reconocidos como sujetos de derecho. Por eso, se ha creado un Código de los Niños y adolescentes; varios municipios han implementado los Consejos Consultivos de Niños, niñas y adolescentes; o las instituciones educativas implementan bonitas ceremonias de juramentación de alcaldes y regidores, donde los padres les colocan las medallas de “poder” a las autoridades escolares elegidas. Estas son formalidades muy elegantes y bonitas pero que dependen de un adulto que decide, es lo que los sociólogos refieren como “adultocentrismo”.
El paradigma adultocéntrico, refiere que el ciclo de la vida es lineal con etapas sucesivas donde el momento principal de la plenitud y del desarrollo es la adultez, siendo la etapa de la juventud y niñez en dependencia con los adultos y en asimetría, ya que los niños y los jóvenes son incompletos porque no son adultos. (Duarte 2015, p.125). Dicho así, tenemos un conflicto entre la sociología y el derecho, la sociología desde el adultocentrismo vera a los niños, incapaces, inmaduros incompletos y el derecho como sujetos con capacidades.
Martha Martínez (2023) especialista en infancia y docente del Diplomado en Políticas Sociales de niñez y adolescencia de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, refiere que “el adultocentrismo es un sistema de opresión y de violencia contra los niños y adolescentes”, opinión que se ve reflejada en la gran cantidad de niños víctimas de violencia en el Perú donde es un adulto( en la mayoría de veces sus padres) que hace uso abusivo de su poder, y sin mencionar a docentes, o incluso jóvenes que ejercen el poder contra los propios niños o adolescentes imponiéndoles su voluntad.
En ese sentido, solo basta recordar que en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entre enero y febrero de 2023, se reportaron 8381 casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes; en el ámbito educativo, de acuerdo con cifras del Sistema Especializado en Reporte de Casos sobre Violencia Escolar (Siseve), del Ministerio de Educación, desde el 2022 al 2023 , se han reportado 12 203 casos de violencia contra los niños, de los cuales 2464 casos incluyen acoso, tocamientos y hostigamiento sexual; de dicha cifra, 122 corresponden a actos cometidos por el personal de las instituciones educativas.
El adultocentrismo, tiene otras formas invisibles de poder que se ven reflejadas en que los niños y adolescentes tienen que pedir autorización o el visto bueno de los adultos que les rodean porque les han hecho sentirse incapaces e irresponsables. Dicho esto, que salte el enojo del adulto que no está de acuerdo con lo dicho en este artículo y cree que el adultocentrismo no existe.
Bibliografía Consultada
Duarte Quapper, Claudio.(2016). “El adultocentrismo como paradigma y sistema de dominio”. Obtenido de: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/377434/cdq1de1.pdf?sequence=1