POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)
No vio la luz de la nueva realidad, del Perú libre e independiente, pero con toda seguridad falleció confiando en que sería una pronta realidad, porque seguro murió convencido, de que se puede matar al mensajero, puede morir el autor del mensaje, pero, el mensaje queda flotando con el peso propio, que nada puede disolver.
Juan Pablo Viscardo y Guzmán, nació en Pampacolca, Arequipa, el 26 de junio de 1748, y murió en Londres el 10 de febrero de 1798. Las conmemoraciones por el Bicentenario de su fallecimiento convocaron a los estudiosos del personaje, que se dieron cita para reuniones conmemorativas en Lima y Arequipa.
Fue hijo de Gaspar Viscardo y Guzmán y Manuela de Zea y Andía; su familia se había instalado en el valle de Camaná, desde el siglo XVII. Se le considera un precursor de la independencia hispanoamericana, por la publicación en 1799, de su famosa “Carta a los españoles americanos”.
Vivió y estudió en Pampacolca, luego fue enviado al Cusco a estudiar en el Real Colegio de Nobles de San Bernardo, administrado por los jesuitas, a cuyo noviciado ingresó en 1760. Tres años después hizo sus primeros votos, y en 1767 el monarca español Carlos III decretó la expulsión de los jesuitas de la Península Ibérica, y de los dominios hispanos, cometiéndose un gran atropello contra esta orden religiosa.
Se arrestó a los jesuitas y se les trasladó a Lima, entre ellos a Juan Pablo Viscardo y Guzmán y a su hermano José Anselmo, embarcándoseles rumbo a España, y luego a Italia, prohibiéndoseles regresar al Perú, y tener comunicación con sus familiares, de modo que no podía disfrutar de los bienes heredados en el Perú.
Así agobiados como se encontraban, en 1781 tomaron conocimiento de la revolución de Túpac Amaru, contactándose luego con el cónsul inglés en Liorna, Italia, a quien hicieron conocer del descontento que existía en el Perú, y que la oportunidad era propicia para que Inglaterra apoye la independencia de las colonias españolas, aprovechando la guerra que tenían en esos momentos Inglaterra y España.
En 1782 llegaron a Londres, y Juan Pablo Viscardo y Guzmán se ofreció como guía y como traductor, porque dominaba la lengua quechua, estaba lejos de saber todavía el final de la rebelión tupacamarista. Viajó a Londres con su hermano en busca de ese apoyo, proponiendo el envío de una expedición al Perú, a través de Buenos Aires, iniciativa que fue del interés de los británicos, sin embargo, la firma de la paz con España, les hizo perder todo el interés.
En 1791 intentó nuevamente el apoyo británico y viajó a Londres, y se presume que cuando estaba de tránsito por Francia, redactó la «Carta a los españoles americanos», cuando se aproximaba el tricentenario de la llegada de Cristóbal Colón a América; nunca cesó en su empeño de motivar a los americanos para la conformación de un estado independiente.
Sus papeles quedaron en poder de Rufus King, ministro de Estados Unidos en Inglaterra, quien los puso en manos de Francisco de Miranda, decidiendo este patriota venezolano, la publicación de la «Carta a los españoles americanos», escrita en francés la hizo imprimir en Londres en 1799, aunque aparezca como editada en Filadelfia, Estados Unidos; y posteriormente la publicaría en español en 1801.
Esta carta fue fundamental para reforzar los sentimientos de patria entre los americanos, y la multiplicación de la voluntad por la emancipación. Instaba a los hispanoamericanos a tomar partido por la independencia de la corona española, abundando en detalles justificativos para la toma de esa decisión.
En el Tercer Congreso de Historia de América reunido en Buenos Aires, se le reconoció como el “primer precursor ideológico de la independencia americana”.
