Un execrable hecho de sangre ocurrió ayer a plena luz del día en el distrito de Islay-Matarani, cuando seis sujetos de procedencia extranjera, presumiblemente venezolanos, apalearon y acuchillaron a un varón en el parque El Farito, frente a la comisaría PNP y a escasos metros del municipio de la jurisdicción.

ATAQUE EN BANDA

De acuerdo al testimonio de los pobladores que se encontraban en horas de la tarde apostados en el parque, cinco hombres y una mujer, se acercaron al hombre identificado como Deivi Mark Valderrama Rojas (33), y le propinaron una golpiza con palos y finalmente, la dama de tez oscura lo acuchilló.

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

El poblador cayó y empezó a desangrarse por lo que fue auxiliado por los vecinos de la zona, para luego ser trasladado de emergencia en una ambulancia de la municipalidad de Islay-Matarani al hospital Manuel de Torres Muñoz de Mollendo en donde, hasta el cierre de esta nota, su estado de salud es grave, aunque fue estabilizado.

CAPTURAN A TRES

Un vigilante de un negocio cercano dio parte a la policía quien logró capturar a tres sospechosos, quedando solo uno en custodia, para luego iniciar un operativo en busca de los demás sospechosos, en base a los videos de las cámaras de vigilancia del parque.

MULTITUD ENARDECIDA

De forma rápida la población del distrito se concentró alrededor de la comisaría amenazando con hacer justicia con sus propias manos. La multitud enardecida reclamaba la falta de acción de la policía y serenazgo local, ya que, casos delictivos similares se han venido presentando en las últimas semanas, siendo en la mayoría los presuntos implicados, extranjeros de nacionalidad venezolana.

¡QUE SE VAYAN LOS VENEZOLANOS!

En simultáneo otro grupo de vecinos recorrió diversas calles del distrito ultimando a los venezolanos a que se retiren de la localidad y a los propietarios de inmuebles a que no les arrienden habitaciones.

AJUSTE DE CUENTAS

Según los reportes, la víctima tenía como antecedentes una detención al ser acusado de robar a transeúntes en marzo del 2020 en la avenida Avelino Cáceres, Arequipa, por lo que no se descarta que el móvil de este ataque haya sido un ajuste de cuentas. El apuñalado trabajaba como cocinero en un restaurante de Matarani.