La India anunció este martes que sus cazas bombardearon campamentos insurgentes dentro del territorio de Pakistán, acción en respuesta al atentado que mató a 42 policías en la Cachemira india hace dos semanas, mientras que Pakistán afirma que responderá y niega bajas o daños. En medio de una escalada de tensión entre las dos potencias nucleares tras el ataque en Cachemira, reivindicado por el grupo con base en Pakistán Jaish-e-Mohammed (JeM), el Gobierno de Delhi afirmó que ha eliminado a un gran número de cabecillas de esa formación insurgente con el bombardeo de sus bases, un extremo negado por Islamabad.
De acuerdo con la versión india, una docena de aviones de combate Mirage 2000 atacaron de madrugada el campamento «más grande» del JeM en Balakot, en la Cachemira paquistaní, la parte en manos de Islamabad de esta disputada región dividida en dos por la Línea de Control (LoC, frontera de facto desde 1974). «En esta operación fueron eliminados un importante número de terroristas del JeM, entrenadores, comandantes de alto rango y grupos de yihadistas que estaban siendo adiestrados para cometer ataques», explicó en una comparecencia de prensa el secretario de Exteriores indio, Vijay Keshav Gokhale.
La decisión se tomó, además, después de agotar la vía diplomática con Islamabad y pedirle en reiteradas ocasiones que tomase medidas contra este grupo terrorista afincado en su territorio y que tiene como principal objetivo la adhesión de la Cachemira india a Pakistán. Sin embargo, Pakistán insiste en que las fuerzas aéreas de la India sólo invadieron brevemente su territorio y se vieron obligadas a dar media vuelta y que durante el repliegue soltaron en Balakot cuatro bombas que no causaron bajas ni daños.
La India ha acusado reiteradamente a Pakistán de permitir y auspiciar el funcionamiento en su territorio de grupos terroristas que tienen como fin atacar objetivos indios y dar fuelle a las protestas con ánimo separatista entre la población cachemir.
Según el portavoz del Ejército paquistaní, el general mayor Asif Ghafoor, hubo tres intentos de incursión durante la madrugada, de los que dos fueron totalmente repelidos, mientras que el único exitoso se prolongó apenas cuatro minutos y se saldó con el lanzamiento de cuatro bombas que cayeron en espacios abiertos. En rueda de prensa, el alto mando militar argumentó que no hay «cadáveres» ni «funerales» en la zona.
«Rechazamos rotundamente la afirmación india de que han atacado supuestos campamentos terroristas», afirmó, por su parte, la oficina del primer ministro paquistaní, Imran Khan, que ha convocado para mañana una reunión especial de la Autoridad Nacional de Comando, órgano civil para la supervisión de asuntos relacionados con el arsenal nuclear.
Es más, Pakistán acusó a la India de inventarse una historia de «ficción» con miras a las elecciones generales que tendrán lugar en el gigante asiático el próximo abril. A pesar de haber rechazado bajas o daños, los pakistaníes planean responder. «Os sorprenderemos, esperad esa sorpresa. Nuestra respuesta será diferente, vedlo por vosotros mismos», concluyó Ghafoor. EFE