Por: Edgard Norberto «Beto» Lajo Paredes
Leyendo el revelador libro: “Los conservadores, vida y obra de una élite intelectual en los albores de un Perú independiente” de Fernán Altuve-Febres (Primera edición: octubre del 2022), nos da a conocer los grupos políticos, sus propuestas, mentores y corrientes internas.
A los que planteaban independizar al Perú del dominio de la Corona de España, los llamaron “separatistas” (tener gobierno propio); a los que no estaban de acuerdo con la independencia, los denominaron “fidelistas” (fieles al rey); leemos: “Desde entonces podemos apreciar la contraposición abierta de dos corrientes contrarias en el pensamiento y la acción política… Un par de corrientes que es posible representar justamente en dos diputados peruanos en la constituyente gaditana: de una parte, Blas de Ostolaza (1771-1835), que defiende las ideas tradicionalistas contrarias a las ilustradas y, de la otra, Vicente Morales Duárez (1757-1812), formado en una ilustración moderada en camino hacia el liberalismo. Aquí es muy importante anotar que Perú y México tuvieron movimientos separatistas muy débiles debido al fidelismo, motivo por el cual la mayoría de los debates políticos, antes y después de la promulgación de la Constitución de 1812 [Cádiz o gaditana], estuvieron impregnados del duelo entre estas corrientes”, (p.19).
Nos informa de tendencias al interior de ambas causas: en los separatistas: monárquicos constitucionales y republicanos, siendo sus líderes José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, y Javier Francisco de Luna Pizarro, respectivamente; en los fidelistas: ilustrados y tradicionales (contrailustrados), representados por Pablo de Olavide, y Francisco de Alvarado, respectivamente.
MONÁRQUICOS Y REPUBLICANOS
Los monárquicos constitucionales, propusieron un régimen político de monarquía constitucional, es decir, tener un rey o una reina, lo sustentó José Ignacio Moreno, en un discurso pronunciado el día 1 de marzo de 1822, en la Sociedad Patriótica, dijo: “En el Perú, jamás se ha conocido otro gobierno que el monárquico; el pueblo se ha habituado por la serie de tantos siglos a la obediencia de los reyes […]. No hay uno entre ellos todavía que no refresque continuamente la memoria del gobierno paternal de sus Incas, […]. Pretender, pues, plantificar entre ellos la forma democrática, sería sacar las cosas de sus quicios y exponer al Estado a un trastorno” (p. 74).
Siempre se ha identificado al libertador José de San Martín, como promotor de la monarquía constitucional para el Perú, al respecto, me he preguntado ¿por qué propuso para el Perú, el régimen político de monarquía constitucional, y no para Argentina y Chile, países que independizó? Luna Pizarro y José Faustino Sánchez Carrión, rechazaron la monarquía constitucional, plantearon el régimen republicano: separación de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
ILUSTRADOS Y TRADICIONALES
Entre los fidelistas: ilustrados (acogieron las ideas de la ilustración de Francia), y tradicionales rechazaban las ideas de la ilustración francesa, se les apodó “contrailustrados”. La ilustración en Francia, fue antirreligiosa, en nuestro país, hubo una fusión de la ilustración francesa con la religiosidad católica, de ahí se le llegó a calificar de ilustración cristiana. Aquellos aceptaban el régimen monárquico, pero con la liberal Constitución de Cádiz de 1812, duró tres años, luego fue abolida. En cambio, los tradicionales, aceptaban el régimen de monarquía, pero volviendo a las prerrogativas del rey, con todos los poderes, y sin la Constitución de Cádiz.
DEBATES EN LA INDEPENDENCIA
Como es de apreciarse, en nuestro país, hubo grupos, personajes y gente que rechazaba, el proyecto de Independencia del Perú. Al final, vencieron los separatistas sobre los fidelistas. Y en la polémica doctrinaria, entre monárquicos constitucionales y republicanos, triunfaron los republicanos.
“Antes de la Independencia del Perú, en la ciudad de Cádiz (España), se redactó la primera Constitución Política de la Monarquía española, una de las más adelantadas en la época en temas de derechos políticos…, participaron por primera vez representantes americanos en la misma condición que los peninsulares, marcando con ello un gran cambio respecto al vínculo que existía entre España y sus colonias… se trataron temas de ciudadanía, sufragio universal, la elección de gobiernos locales y regionales, la abolición de los tributos, la libertad de prensa, entre otros que expresaban un distanciamiento frente al sistema pasado” (internet).