POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS
Por primera vez en ochenta años la Municipalidad Provincial no estaría conmemorando el aniversario de la Fundación Española de la ciudad. Así lo señala el programa oficial de festejos, que hace alusión a los 477 años de vida civil y 204 de independencia. Nuestro alcalde trató de justificarlo en declaración pública, y sus argumentos nos dejaron más perplejos.
Dijo que no hay documentación que sustente la fundación, que no se puede festejar lo que llamó la opresión de la conquista española, que lo propio es conmemorar la independencia, entre otros sustentos igualmente desacertados.
De esta manera, si no se hace la necesaria corrección, se estaría faltando a una larga y sostenida tradición, cuando estamos a tres años del bicentenario de la independencia, ocasión que motiva reflexionar sobre nuestra identidad cultural, que debería promover el municipio y que hasta la fecha no lo hace. Esta decisión desafortunada no contribuye a la búsqueda de esa necesaria deliberación, por el contrario, fomenta la improvisación en vez de la investigación.
El aniversario de la fundación española de una ciudad no conmemora la conquista cruel. No lo hace Arequipa, Puno, Lima, etc. Se festeja el mestizaje, del que provenimos todos física y culturalmente. Gracias a ello nos expresamos en español, leemos y escribimos, sembramos trigo y caña de azúcar que hicieron a nuestro valle famoso por sus panes y dulces, sembramos vid que hiciera de Moquegua famosa en el mundo entero por la calidad de sus vinos y piscos. Mestizaje que ha sido celebrado por libros que recogen, celebran y con rebosante orgullo difunden esa tradición criolla alabando nuestros panes, vinos y piscos.
Hasta la fecha no sabemos quiénes son las personalidades consultadas y a mérito de qué se ha tomado tal decisión.
Lo contradictorio es que en el programa no hay actividad alguna que conmemore la mencionada independencia que se dice festejar. Ni en los últimos cuatro años se le ha recordado, como sí se hizo el 2014 cuando era alcalde Alberto Coayla. Entonces se celebró el segundo centenario con ceremonia en la Plaza de Armas, participación del ejército, colegios y sesión solemne en la que nos hicieron el honor de dar las palabras alusivas.
Hoy tenemos la escenificación de la fundación española de la villa de San Francisco de Esquilache, la serenata es por la fundación española de la ciudad. ¿Cómo entenderlos?
Contradicciones que son un reflejo de una lamentable improvisación.
Lo que resulta preocupante es la declaración de nuestro alcalde de mantener el programa como está. De pasar por alto la fundación española, de persistir en la improvisación.
Tal vez desconozca que, en 1941, por no haberse precisado la fecha de la fundación, se convocó a las principales personalidades de la ciudad, con participación de los representantes de las instituciones locales quienes, liderados por el Municipio, encargaron al bachiller Atilio Minuto el sustento histórico. El festejo de la Fundación Española es fruto de esa consulta.
Como resultado de esta reunión de los representantes de la ciudad, se hizo llegar un memorial al Congreso donde se le tributó homenaje a Moquegua por su aniversario, al que se sumaron solidariamente senadores de otros departamentos. Finalmente, se emitió la Ley N° 9376 que disponía que “con motivo del IV Centenario de la Fundación Española de la ciudad de Moquegua…” se harían obras públicas en el departamento.
No puede dejarse de lado una conmemoración que fue fruto de una amplia consulta a las principales personalidades e instituciones de la ciudad, que motivó una Ley que recogió el sentir de la población y que se conmemora hace ochenta años, por el parecer de una persona o de un grupo que no representan el sentir moqueguano, en un tema tan sensible, con argumentos y personas que nadie conoce.
La libertad de opinar no es la de imponer.