POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)
Al revisar nuestros apuntes sobre las grandes obras e inversiones no realizadas en el departamento, y principalmente en Ilo, dado que es el polo económico, hemos llegado a la conclusión de que la situación es muy negativa y frustrante. Hay mucho que revisar. En lo que respecta a lo más urbano, el traslado de la planta de Petroperú al sur de Ilo, específicamente a la playa de Las Buitreras, solo se construyó un tanque y las demás obras quedaron para las calendas griegas.
El tema portuario de la mejora del Terminal Portuario de Ilo no se ha realizado y, por tanto, no atrae ni crece. Lo mismo ocurre con el terminal de atraque para facilitar el fondeo de grandes embarcaciones; este solo se ha quedado en promesas que nunca se cumplen.
También se ha quedado el puerto seco, el TRADE Center: el primero para contar con almacenes en tierra firme y el segundo para servicios de los vehículos que llegan de Bolivia, que también se quedaron en intenciones. Se argumentó que era necesario cambiar la normativa legal para impulsar la Zona Especial de Desarrollo de Ilo (ZED Ilo), pero esta sigue sin despegar tras varios años. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) realizó estudios para el nuevo puerto del sur del país, que indicaron que sería en el litoral marino de Cata Cata, pero ni siquiera se hicieron los planos.
Por otra parte, se diagnosticó que el actual Desembarcadero Pesquero de Ilo (DPI) ya no puede estar ubicado en el centro de la ciudad, y se propuso que debiera estar en el norte, concretamente en la playa de Las Enfermeras. Incluso se puso la primera piedra, pero también es una obra incumplida.
A las obras incumplidas se suma la construcción de la circunvalación para la carretera Costanera Norte, que va desde Camaná, pasando por Mollendo e ingresando al centro urbano de Ilo, después llega a Tacna. Se contrató a una empresa que realizó los estudios y la obra no se ejecutó ni se levantaron sus observaciones.
Al mismo tiempo, se realizaron estudios sobre el proyecto del Bay Pass para resolver el nudo vehicular urbano e interurbano entre el tren y las urbanizaciones Kennedy, Miramar, Ilo, Aduaneros y otras, pero todo quedó en intenciones. Lo mismo ocurre con la irrigación de la Loma de Ilo, que no se concreta; se simula que el agua llega, se anuncia que ya empezará y pasan los días, los meses y los años, y el agua no llega, por tanto, no hay cultivos.
El agua en Ilo es vida y el líquido es escaso para una población y empresas formales e informales que crecen. La última promesa para superarlo es la construcción del canal de agua de Lomas de Ilo para el consumo local y la otra es la desalinización del agua del mar; ambas también se quedaron en promesas.
Se suma la contaminación del río Osmore con la derivación de las aguas servidas del colapsado PTAR Moquegua, lo que encarece el tratamiento, tarifas y eleva las dudas sobre la calidad del agua que se consume en la ciudad puerto.
Otro tema es el gas. El primero es que el diseño del frustrado Gasoducto Sur Peruano (GSP) debió llegar a Ilo y aquí ser insumo para las termoeléctricas y la posibilidad de la petroquímica. Y ahí quedó. Se inició también la dotación de gas más barato a domicilio en Pampa Inalámbrica, pero son pocas las familias beneficiadas y también el proyecto se frustró y quedó sin fecha. O sea, nada de gas ni para la industria ni para las familias. Y cada tanto lo ponen en agenda, y ahora afirman que lo trasladarán desde Melchorita hacia los puertos de Ilo y Mollendo por el litoral marino. Ver para creer; mientras tanto, como dice la canción: palabras, palabras…
SEGUIMOS AGREGANDO
En lo interno, se requiere garantizar el abastecimiento de productos y servicios a través de los mercados para las familias, y el actual Mercado Pacocha es caótico. Se demanda la construcción de uno similar en Pampa Inalámbrica, pero no está en las propuestas; en la práctica, la Feria Mayorista se está convirtiendo en minorista. Lo mismo ocurre con la venta de pescados y productos hidrobiológicos en Los Lenguaditos y el Desembarcadero, que no son lugares adecuados, y por ello se requiere una verdadera pescadería o terminal pesquero con la garantía de mantenimiento de la calidad de la especie con hielo.
Y el listado continúa, y tenemos que mencionar otras en pocas palabras, como la no construcción de los parques industriales para los medianos, pequeños y microempresarios. La vía alterna y amplia para el ingreso a los puertos es otro incumplimiento. No dejaremos de mencionar las obras por impuestos, que algunas demoran un siglo para empezarlas. Don Óscar Valdez dijo que quiere ampliar su industria y que requiere terrenos, pero en las oficinas del sector público ocurre que no se oye «padre». Y cortamos, a pesar de que hay más.
La responsabilidad de estas inversiones y otras recae en quienes dirigen el Gobierno Nacional, Regional y Local; no se ejecutan por su carente liderazgo y también porque son pocos los que se involucran o reclaman, mientras hay muchos que simplemente balconean.