Ilo enfrenta una crisis hídrica que las autoridades parecen ignorar. Jorge Álvarez Apaza, monitor ambiental, denunció la alarmante cantidad de agua que desemboca en el mar sin ser aprovechada, mientras la población sufre por la falta del servicio.
Desde la playa Boca del Río, Álvarez constató la gran cantidad de agua que termina, sin control, en el mar, recurso que podría ser aprovechado para evitar el desabastecimiento. «No hay un hecho tangible que demuestre interés en solucionar esta crisis. La ineficiencia de las autoridades está privando a la población de un recurso vital», expresó.
Álvarez propuso la construcción de nuevas plantas de tratamiento e incluso una desalinizadora como una solución urgente, pero advirtió que esto solo será posible con verdadera voluntad política.
Señaló directamente al alcalde provincial, responsabilizándolo por la falta de gestión para impulsar una obra de impacto que garantice el agua todo el año.