Pese a los reiterados llamados y recomendaciones, un bar ubicado en la intersección de las calles Matará y Zepita, insistió en abrir sus puertas atendiendo a parroquianos.
En reciente operativo realizado por la Municipalidad Provincial de Ilo (MPI) a través de la Subgerencia de Comercialización y Abastecimientos en trabajo conjunto con Seguridad Ciudadana se clausuró local clandestino.
Dicho operativo contó con el apoyo de la Policía Nacional del Perú, fiscalizadores municipales e integrantes de Serenazgo, quienes comprobaron que, a pesar de las restricciones impartidas por parte del Gobierno Central, se insiste en abrir sus puertas.
Al momento de intervenir el local, se encontró en su interior varios varones en estado de ebriedad, incumpliendo con los protocolos de bioseguridad. Se comprobó que la cantina no cuenta con licencia de funcionamiento.
Se procedió con la clausura del local clandestino de conformidad a la normativa municipal. Según lo mencionado por los funcionarios ediles, se continuará con el procedimiento sancionador correspondiente.