Cuando Gilia Gutiérrez Ayala asumió la Gobernación Regional de Moquegua, no dudó en proclamar que la salud sería una prioridad absoluta en su gestión. Lo dijo en campaña y lo reiteró en cada discurso público. Sin embargo, la realidad es otra: el Hospital Regional de Moquegua atraviesa una de sus peores crisis, marcada por el abandono institucional, el desabastecimiento generalizado y la paralización de proyectos vitales.
El Cuerpo Médico del Hospital Regional de Moquegua (HRM) rompió su silencio y lanzó una grave advertencia a la población: la situación del principal nosocomio de la región es insostenible. A través de un pronunciamiento público emitido el 16 de julio, los galenos denunciaron una serie de deficiencias estructurales, administrativas y financieras que estarían llevando al hospital al borde del colapso.
El comunicado, de tono enérgico y directo, describe una realidad alarmante: escasez de medicamentos esenciales, falta de reactivos en laboratorio, carencia de instrumental quirúrgico y suspensión de proyectos vitales para la atención especializada. “Esta crisis no puede seguir siendo ignorada”, advierte el cuerpo médico, exigiendo a las autoridades un cambio urgente de rumbo.
DESABASTECIMIENTO Y PARÁLISIS TOTAL
Según el documento, la falta de medicamentos y materiales básicos ha convertido al HRM en un centro con capacidades mínimas para atender adecuadamente a sus pacientes. Elementos esenciales como hilos de sutura o reactivos para diagnósticos como VIH y diabetes, ya no están disponibles, lo que obliga a suspender cirugías o derivar casos a otras regiones.
Asimismo, especialidades como neurocirugía, otorrinolaringología y cirugía general están severamente limitadas por la ausencia de equipos e instrumentos. La consecuencia: cientos de pacientes sin atención o con intervenciones postergadas indefinidamente.
PROMESAS INCUMPLIDAS
El cuerpo médico también criticó duramente el incumplimiento de proyectos del IOARR, como la adquisición de un resonador magnético aprobado desde 2023, que continúa sin ejecutarse. La obra de hemodiálisis iniciada en 2024 está paralizada, dejando desamparados a pacientes con enfermedades crónicas.
Además, denuncian que la tan anunciada implementación de la historia clínica electrónica es un intento fallido por la compra de servidores de baja calidad, y que pese a haberse contratado cinco oncólogos, la Unidad Oncológica sigue sin abrir por falta de infraestructura.
INFRAESTRUCTURA OBSOLETA
El documento también revela una crítica situación en cuanto a infraestructura hospitalaria: un sistema de imágenes completamente obsoleto, escasez de camas en medicina y cirugía, y condiciones deplorables para la atención de salud mental, que incluso pondrían en riesgo al propio personal de salud.
RECORTE PRESUPUESTAL, LA ESTOCADA FINAL
Lejos de aliviar esta crisis, el Gobierno Regional de Moquegua ha dispuesto un recorte de S/ 1.8 millones (un millón ochocientos mil soles) al presupuesto 2026 del hospital. Para los médicos, esta medida representa un acto de irresponsabilidad que evidencia la falta total de compromiso con la salud de los moqueguanos.
El Cuerpo Médico hizo un llamado urgente a la población para alzar la voz y defender su derecho a la salud. “No permitamos que estas deficiencias sigan desmantelando la salud pública de nuestra región”, señalaron.
RADIOGRAFÍA DEL COLAPSO
- Desabastecimiento de insumos y medicamentos
- Carencia crítica de elementos básicos, incluidos hilos de sutura
- Carencia medicamentos esenciales.
- Falta crítica de insumos de laboratorio
- Escasez de reactivos pone al borde de la paralización al banco de sangre.
- Riesgo de suspensión de cirugías programadas.
- Ausencia de insumos para pruebas esenciales como:
ELISA (VIH), Hemoglobina glicosilada (diabetes), Perfiles hormonales
- Carencia de instrumental quirúrgico básico
- Imposibilidad de realizar intervenciones.
- Proyectos de inversión incumplidos (IOARR)
- Resonador magnético aprobado desde 2023 sigue sin ejecutarse.
- Obra de hemodiálisis paralizada desde 2024
- Historia clínica electrónica: compra fallida de equipos informáticos
- Servidores de baja calidad.
- Unidad Oncológica sin implementación, pese a la contratación de cinco oncólogos.
- Graves deficiencias en infraestructura y capacidad operativa
- Sistema de visualización de imágenes obsoleto.
- Falta de camas en medicina y cirugía, con hospitalización en áreas no adecuadas.
- Área de hospitalización para salud mental inadecuada y riesgosa.
- Recorte presupuestal para el año 2026: Reducción de S/ 1.8 millones
- Amenaza directa al funcionamiento básico del hospital.