Por: Jury Baylón Delgado
El último 31 de julio se produjo el sensible fallecimiento del conocido dirigente deportivo del distrito de Islay, Isaías Víctor Lipe Huamán, propulsor a nivel de liga del balompié local por el cual entregó sus mejores días. A los 51 años dejó de existir tras una penosa enfermedad.
En abril de 2016, por el Diario Prensa Regional publicamos un reportaje realizado al activo dirigente. Ya en esos días atravesaba por problemas de salud; no obstante, su implacabilidad y perseverancia por sacar adelante el deporte en su distrito, lo hicieron continuar.
En el suplemento dominical “Rastros y Rostros… de mi tierra”, don Isaías nos contó su vida dedicada al deporte y la promoción del futbol desde los más jóvenes al mando de la Liga distrital de Futbol de Islay. A continuación, replicamos aquella amena conversación para la posteridad y como homenaje al extinto dirigente. Descanse en paz don Isaías.
Prácticamente toda una vida dedicada al fomento del fútbol, ese deporte de multitudes que en nuestra tierra se vive muy intensamente, y de modo particular en el distrito de Islay. Este hombre nace hace 49 años en dicho lugar y desde muy pequeño, como a muchos, la fascinación por el futbol, le lleva a tomar más en serio destacar, ser alguien este mundo de goles, triunfos y derrotas.
Hablamos de Isaías Víctor Lipe Huamán quien nos recibe en el estadio Juan Teodoro Medina Gutiérrez, dejando todo listo para el inicio de una nueva jornada de futbol a cargo de la presidencia de la Liga Distrital de Futbol de Islay, que lleva a cuestas desde hace casi de 12 años, porqué tanto tiempo, eso lo explicaremos más adelante.
Buscamos un espacio con sombra mientras los jugadores e hinchas van llegando al recinto deportivo a bordo de mototaxis y otro tipo de transporte; las tribunas se van poblando; llegan los árbitros (una mujer entre ellos) y todo va quedando listo para empezar el juego; entonces aprovechamos los valiosos minutos previos para conocer a Isaías Lipe, muy apreciado y querido en la localidad de Islay.
“Como todo niño, uno siempre busca marcar su zona en esto del futbol y el deporte en general. Jugando de chico me gustaba destacar en medio de mis compañeros cuando empecé jugando en la segunda división del club Primero de Mayo cuando tenía 17 años, un equipo del cual he sido y seré hincha (…) Luego jugué en la liga experimental de ‘Estudiantes Unidos’, allí me hice conocido por el zigzagueo de mi juego y me llamaban ‘El platillo’ por la manera cómo corría por la cancha. Pero tuve que dedicarme también a trabajar, por eso dejé el futbol, pero no mi pasión por él”
Cuenta que trabajó de todo, principalmente en la estiba y en agencias que administraban depósitos de mineral en el distrito, así como en camiones y otros oficios más; pero había algo que lo inquietaba, que no lo dejaba dormir tranquilo; por lo que decide además de sus labores de sustento a su familia, virar nuevamente hacia el futbol, pero esta vez, con otra perspectiva.
Pudo olfatear el descontento de la gente, del aficionado, por saber que casi siempre, el único club del distrito, Primero de Mayo, frecuentemente al participar de los torneos en Mollendo, ‘sufra’ por mantenerse en primeras y no bajar. Pero eso no era todo, en el distrito no había una liga, que junte y organice a los equipos para participar en lides futboleras mayores, es entonces que Isaías apunta a ello, a dar vida a lo que en el futuro sería la Liga distrital de Futbol de Islay.
“Yo no iba a hacer nada de esto, si bien todo esto del futbol y los equipos me gustaba, quería dejar una huella aquí, pues tenía planificado irme a Estados Unidos. Ya tenía todo listo, estaba casado y sin hijos. Entonces todo cambió pues nació mi primera hija, y con ella otra ‘hija’ más, la liga. Se juntó todo en el 2004 y ya no viajé a ningún lado, mi amor por la familia y la pasión por el deporte hicieron que me quede”
Y desde esa fecha hasta ahora, Isaías Lipe, permanece en la presidencia de la liga que junto con otros dirigentes fundó, exactamente el 22 de setiembre de 2004, y aunque confiesa que no es su objetivo aferrarse al cargo, son los demás dirigentes los que le piden que no lo deje, es Isaías quien siempre lo ha hecho y bien, pues la gente y los clubes lo reconocen así, y aunque los dirigentes no siempre están con él en la cancha, Isaías prácticamente lo hace todo.
Cuando se formó la liga, fueron cuatro los equipos que la integraron, Melgar Jr., Defensor Matarani, Porto Alegre y Ceticos Matarani, y todos participarían en un torneo de primera división, pero la federación departamental, no lo quiso así, les pidió que lo hicieran desde abajo, desde segundas. No quedó de otra porque en 2005 inician el campeonato con dos equipos más, entre ellos uno llamado Real Matarani, que además de los tres primeros, clasificaron a la división superior. En todos estos avatares y vaivenes, siempre estuvo Isaías, dando e impulsando la promoción del futbol, sin ningún interés lucrativo de por medio.
“Cuando íbamos a empezar el primer partido de nuestra liga en el 2004, no había malla en el estadio, y en la federación departamental nos dijeron que si no había malla que divida la tribuna de la cancha, no nos iban a autorizar el campeonato. Tuve que moverme y hacer gestiones por todos lados y le pedí ayuda a quien era alcalde en ese tiempo, César Falla Failoc y en medio de conversaciones logramos conseguir el enmallado, pues había que sacrificarse por el bien del torneo, por el bien del deporte” así cuenta cómo con el tiempo otras autoridades que pasaron y las actuales, fueron apoyando las mejoras en el estadio, hasta tener la infraestructura que hoy en día posee el recinto deportivo.
“Esto es más que una responsabilidad, es dar una oportunidad a la niñez y juventud del distrito para que puedan agruparse en equipos y jugar aquí, en el estadio, es hacer que dediquen su tiempo y habilidades al deporte y qué mejor si es al futbol, y en eso siempre seguiremos a pesar de las dificultades económicas y de salud que uno pasa”
Pues no es fácil sostener, casi solo, toda la organización del torneo de una liga distrital. Mientras hablamos, el bullicio de los jugadores invade nuestro diálogo y se van llamando a voz en cuello de un lado a otro, se va generando el ambiente. Unos van calentando, otros van colocándose los chimpunes y otros recién llegando. Sus delegados se mueven frenéticamente buscando juntar a los once y ‘armar’ el equipo que en minutos saldrá al gramado de juego.
Isaías cuenta que en 2007 abrieron con la liga, la división de menores, logrando formar categorías como sub 7, 9, y 12, algo que ahora se ha dejado pues no hay mucho apoyo de la población, dice. “Lamentablemente la gente es un poco indiferente, no apoya con su asistencia, no viene a ver los partidos, no hay apoyo… eso me tiene la moral baja. Pero a pesar de todo esto, sigo adelante para evitar que la liga desaparezca, con la esperanza que a la gente le nazca apoyar a la juventud y niñez que practica el futbol. Cómo no veríamos mejorar a nuestro pueblo y su futbol teniendo las grandes inversiones de las que nos hablan, con la petroquímica y otras más, que harían que nuestra población crezca y crezca con ello la cantidad de equipos y hacer más competitiva la liga a nivel local y provincial”.
Este esfuerzo por seguir promoviendo el “deporte rey” a nivel oficial y competitivo, de liga; es una tarea ardua en la que Isaías sigue trabajando y trabajará incansablemente pues cuenta para eso también con el apoyo de su familia, especialmente de su esposa, María del Carmen Soria Velille. “Mi esposa me apoya mucho aquí en el estadio, en la boletería; mis hijas también, hasta hacen de recogebolas y yo mucha veces tengo que hacer de kinesiólogo y hasta de bandera (linesman) porque a veces un juez no llegó por algún motivo; entonces con los delegados de los equipos si no hay otra persona disponible, yo mismo tengo que tomar la bandera para hacerla de juez de línea” narra con cierta hilaridad Isaías que en estos últimos años, no la pasa tan bien en su salud que se ha visto ciertamente un poco resquebrajada.
“Hay que seguir adelante amigo, yo soy como esa película que dice ‘Retroceder nunca, rendirse, jamás’. A pesar que mi salud no está buena, sigo en esto porque quiero que este deporte y su liga no desparezca, pero se necesita del apoyo de la población, de los aficionados y de sus autoridades que si bien ahora lo hacen, necesitamos que se comprometan más con el deporte de este distrito (…) a veces para pagar a los árbitros y otros gastos, tengo que sacar de mi propio bolsillo, porque en las tribunas en muchas ocasiones, hay más jugadores que espectadores”
Isaías Lipe toma la batuta de esta realidad, pero tiene que bandearse con otros oficios, haciendo taxi y trabajando su pequeño bote que tiene para llevar el sustento a casa. Es este hombre el que con su terquedad e ímpetu a pesar de las dificultades, sigue dando el empuje a este deporte de masas y de pasiones fuertes en una localidad que requiere tomar más en cuenta y más en serio el esfuerzo de su propia gente.