POR: ENRIQUE RIVERA SALAS
Respecto a la historia de la Cruz de Fierro, existen versiones diferentes, conociendo únicamente que esta fue confeccionada y llevada por trabajadores de la maestranza del ferrocarril, construida y trasladada por recuas de burros al lugar visible más alto de Mollendo, tal como lo pidiera universalmente el papa León XIII. La tarea se ejecutó en varios meses, aprovechando que los días domingos los obreros tenían libre.
En cuanto a la fecha, existen divergencias: se dice que fue en enero del año 1900, aludiendo a la colocación de otras cruces. Los que mencionan 1901 indican que, si en el año anterior se celebró misa en la Cruz de Palo y no en la de Fierro, fue porque esta no existía. En “Crónicas de Islay y Mollendo”, el Dr. Francisco Velarde Herrera señala que el advenimiento del nuevo siglo se festejó con una misa en la Cruz de Palo. Se agrega que el papa León XIII estableció la víspera de Navidad del año 1900 como inicio del Jubileo y el mismo día del año 1901 como su finalización.
La cruz mide 6.85 metros de alto desde la parte superior de su pedestal.
Sobre las peregrinaciones, se afirma que comenzaron en el año 1910 como idea del Club Católico Niño Jesús de Praga y gracias al apoyo del padre Alfonso Castro Cáceres, párroco de la Inmaculada Concepción, que cada 1 de noviembre acompañaba a los feligreses. Partían del frontis del viejo hospital “El Carmen”, portando el estandarte. En esta primera peregrinación participaron Raúl Masías, Melchor Carreón, Eduardo Alvarado y Manuel Contreras Salas. Se tuvo colaboración de las Hijas de María.
Una de las últimas se recuerda en el año 1986 con el párroco Alberto Cóndor Chambilla, con más de 100 personas. Ojalá que Dios nos escuche. Amén.

