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18 septiembre, 2024 6:18 pm

Hasta la eternidad señor presidente

POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA

Ocurrió lo inevitable. Sí, alrededor de las 6 de la tarde del pasado miércoles 11 de los corrientes, de manera sorpresiva, los distintos medios de comunicación, con el rebote en las redes sociales, daban del fallecimiento del Ingeniero Alberto Fujimori a los 86 años.

Gobernó el país durante el decenio 1990-2000, siendo considerado por muchos como el mejor presidente de nuestra historia republicana. En abril de 1992, con el apoyo de las Fuerzas Armadas dio el denominado “autogolpe”, cerrando -entre otras instituciones- el Parlamento, convocando a referéndum al año siguiente para la aprobación de una nueva Carta Magna, que fue aceptada mayoritariamente en las urnas, y promulgada en diciembre del mismo año. Norma Suprema que por cierto rige hasta el día de hoy.

A su retorno forzado desde Chile en 2007, afrontó estoicamente a una justicia ideologizada cuya finalidad fue el de condenarlo, que lo lograron, inmortalizándose tristemente la “teoría mediata” del magistrado César San Martín, que dicho sea de paso se aplicó por única vez.

Cumplió esa injusta sentencia hasta la víspera de navidad de 2017 cuando Pedro Pablo Kuczynski lo indultó. Entonces, la maquinaria caviar hizo su tarea, primero ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y luego el Poder Judicial, anulando la gracia presidencial; sin embargo, un honorable Tribunal Constitucional, en dos oportunidades, zanjó el tema, en definitiva, ordenando su inmediata excarcelación en diciembre del año pasado.

A partir de ahí, vivió sus últimos meses al lado de sus hijos Keiko y Kenji, yendo y viniendo de diferentes clínicas para ser atendido de las múltiples dolencias generadas por el cáncer avanzado, hasta que finalmente la muerte llamó a su puerta.

Personajes de distintas tiendas políticas, así como empresarios y cientos, por no decir miles de simpatizantes, se hicieron presente en el funeral para despedir y rendir honores a este ilustre caballero que cambió radical y favorablemente los destinos de nuestra patria. Como bien reseñó la ex Premier Mercedes Araoz, “cambió el rumbo del país hacia una agenda de crecimiento”.

En paralelo, el Gobierno tuvo un comportamiento de acuerdo a las circunstancias. Loable, desde el Decreto Supremo ordenando 3 días de luto, hasta la participación directa de la jefe de Estado en el velatorio para acompañar y dar el pésame a la familia del extinto mandatario.

Por su parte, la progresía anda en estos momentos con sentimientos encontrados. De un lado, literalmente aplaudiendo con los pies, como es el caso de la anti minera, camarada Mirtha Vázquez, con el temerario mensaje en Twitter comparando esta trágica fecha que coincidió con la desaparición del sanguinario terrorista Abimael Guzmán, aunque al mismo tiempo melancólicos y hasta preocupados, pues ha desaparecido la razón de ser de sus millonarios ingresos económicos; es decir, la bandera del anti fujimorismo.

Análisis & Opinión