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22 noviembre, 2024 1:28 pm

Ginés Parra en Moquegua y Torata (III)

Me contó que todo lo relacionado a la visita de Ginés es producto de la fantasía de Germana Fernández. Por azar se fijaron en el mapa de Moquegua y Torata, leyeron algo, y fue usado en la biografía novelada.

POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS   

Entusiasmado por la reseña que leí del pintor Ginés Parra, donde se describía su reiterado paso por Moquegua y Torata, que marcó por siempre su vida; intrigado por saber cómo pudo reflejarse en su obra nuestro paisaje rural y urbano que paseó por el mundo entero, me puse a buscar el libro de Germana Fernández e indagar sobre la vida y obra del artista.

No fue posible ubicarlo en las librerías limeñas. No había más que encargarlo a España. Mientras tanto, me empeñaba en seguir las visitas que hizo al Perú. En los medios virtuales se ofrecía una buena cantidad de reproducciones de sus cuadros, en los que, con renovado afán, trataba de encontrar un motivo torateño.

Afortunadamente, tenemos en España a doña Teresa Cañedo-Argüelles, madrina del Archivo de Moquegua con notables aportes para la cultura regional y querida amiga de una generosidad sin límites. Fue ella quien me lo hizo llegar. La lectura aumentó mi entusiasmo e interés.

Es un relato corto, de un centenar de páginas, donde amenamente narra la vinculación que el pintor tuvo con Torata y su gente, relación tan estrecha que mantuvo hasta el fin de sus días. Su lectura no hizo más que aumentar mi interés e indagar con mayor entusiasmo.

La autora, Germana Fernández, narra que cuando Ginés partió de Torata, obsequió a sus anfitriones un lienzo en el que se mostraba a los abuelos con su nieta y a su amada Alba bailando la marinera, que fue colgado en la pared del comedor. Proseguí la solitaria búsqueda de ese y otros cuadros.

José Antonio Ramón Parra Manchón, conocido como Ginés Parra – 1917

Años atrás leí una antología de artículos de Sebastián Salazar Bondy, en los que incluía críticas de arte. En su fecunda producción, ¿hablaría de Ginés y citaría las obras inspiradas en Torata? Me puse a indagar sobre sus publicaciones y sobre quién hubiera podido mencionar el paso del pintor por Torata y Moquegua. Deseaba una evidencia para que mis amigos torateños sintieran orgullo de que su tierra se lucía en las más afamadas salas de arte del mundo, dando a conocer a su pueblo, su paisaje; y, solo Dios lo sabe, si un cuadro tuvo como motivo un bodegón, una naturaleza muerta representando empanadas, andaditas, mestizos, bollos, rosquetes, damascos, peras o ciruelas, de cuya inevitable adicción no escaparía Ginés.

Ubiqué que Salazar Bondy publicó cinco artículos sobre Ginés entre 1950 y 1960 en la revista Espacio, en La Prensa y en El Comercio, que me resultaron inaccesibles.

Traté de comunicarme con la autora. Tuve la fortuna de hacerlo con Pedro Segura Cano, quien le facilitó información sobre la vida del pintor.

Me contó que todo lo relacionado a la visita de Ginés es producto de la fantasía de Germana Fernández. Por azar se fijaron en el mapa de Moquegua y Torata, leyeron algo, y fue usado en la biografía novelada. La autora declara que la novela “está basada en hechos reales. También recojo su paso por Sudamérica, sus estudios en Nueva York y su etapa final en París. Los escenarios son reales y su vida en términos generales también. Sin embargo, a partir de la información básica que tenía, he creado una ficción”.

Ginés Parra nunca estuvo en Moquegua ni en Torata, no los conoció y, claro está, nunca pintó nada sobre estos lugares.

Pero gracias a la novela de Germana Fernández, Torata y Moquegua se han paseado por España como parte de la biografía de un reconocido pintor. Agradecemos a la escritora que haya hecho de Torata el tema de su libro, resaltando los bellos paisajes a sus lectores, que son tan atractivos en la realidad como ella los describe, y por habernos motivado a que conozcamos al gran pintor Ginés Parra.

Lápida en la tumba del pintor Ginés Parra en Saint-Thomé dans l’Ardèche, Francia – Michel Georges Bernard

Análisis & Opinión