En un hecho que mezcla lo anecdótico con lo cuestionable, la gobernadora regional de Moquegua, Gilia Gutiérrez Ayala, junto con el alcalde provincial y alcaldes distritales, se presentó cerca del mediodía al punto de bloqueo en el puente Montalvo durante el primer día del paro convocado contra el Gobierno Central. Tras caminar brevemente entre los manifestantes, ofrecieron discursos, compartieron comida de la olla común y, en cuestión de minutos, abandonaron el lugar sin asumir compromisos concretos. Esta actitud ha generado fuertes críticas, ya que su presencia fue percibida más como un acto simbólico que como una acción efectiva para abordar la problemática.
Manifestantes y dirigentes han señalado que la gobernadora regional ha acumulado casi dos años de fracasos en sus gestiones con el Gobierno Central respecto a la contaminación del río Coralaque, sin lograr resultados significativos. Ahora, en el contexto del paro, su intervención se limita a discursos y palabras vacías, sin propuestas claras o soluciones tangibles. Esto contrasta con las expectativas de liderazgo que se esperan de la máxima autoridad de Moquegua en una crisis de esta magnitud.
“APOYO” CON “PERMISO” A TRABAJADORES PARA CONTINUIDAD DEL PARO
Mientras tanto, la huelga indefinida continúa este miércoles, con bloqueos y piquetes organizados por los dirigentes. Según informó la profesora Grethel Callo Payé, presidenta del Frente de Defensa de Omate, la gobernadora y los alcaldes han comprometido su apoyo a las protestas, incluso facilitando que trabajadores de sus dependencias participen en las manifestaciones, lo cual podría contravenir la ley.
Callo Payé enfatizó que este respaldo incrementará el número de manifestantes y reforzará la intensidad de la protesta. “Se han comprometido a marchar con nosotros. Estamos invitando a todas las organizaciones, transportistas, comerciantes y otros sectores para sumarse a la lucha”, afirmó. Asimismo, destacó que la huelga, calificada como justa, se ha extendido a toda la región. Invitó a las provincias de Ilo, Mariscal Nieto y Sánchez Cerro a unirse para elaborar una agenda única regional que permita abordar las problemáticas comunes con una voz colectiva y firme.
Hasta el cierre de esta edición, el puente Montalvo permanecía bloqueado.
