POR: EDGARD NORBERTO “BETO” LAJO PAREDES
El presupuesto del Congreso de la República para el Año Fiscal 2025, asciende a S/ 1 375 818 293 (Un Mil Trescientos Setenta y Cinco Millones Ochocientos Dieciocho Mil Doscientos Noventa y Tres Soles), casi mil cuatrocientos millones. El período parlamentario 2021-2026, inició con un presupuesto de S/ 649,6 millones; aumentándose en los años 2022, 2023, 2024 y 2025, durante las gestiones de María del Carmen Alva Prieto (Acción Popular), José Williams Zapata (Avanza País), José Soto y Eduardo Salhuana (Alianza para el Progreso).
Cuando el Congreso de la República, tenía dos cámaras (1980 – 1990): Diputados (180) y Senadores (60), en total 240 parlamentarios; el gasto no llegaba a S/ 100 millones. Ahora, es Unicameral de 130 congresistas (poco más de la mitad del anterior parlamento bicameral), gasta catorce veces más. Gasta más que el Parlamento de Colombia, que es de dos cámaras: 108 senadores y 188 representantes (diputados), total 296 congresistas colombianos; gasta más que el Parlamento de Chile, también de dos cámaras: 50 senadores y 155 diputados, total 205 congresistas chilenos. Algunos investigadores, indican, hay sobrepoblación laboral en el congreso peruano, de más de 3,600, sin contar el personal de confianza designado por los congresistas.
- Es importante informar a la ciudadanía, la saturación de oficinas y sobrepoblación de asesorías y personal administrativo:
- Cada uno de los 130 parlamentarios, cuenta con seis personas a su cargo: dos secretarias, dos asistentes y dos asesores.
- Hay 24 comisiones ordinarias integradas por los 130 congresistas, los presidentes de dichas comisiones tienen asesores.
- La Comisión de Ética, y la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, tienen, ambas, sus asesores.
- Actualmente, existen 13 bancadas parlamentarias, las mismas tienen asesores; se inició con nueve bancadas porque fueron elegidos diez partidos políticos, el Partido Morado, obtuvo tres curules, no pudo formar bancada, porque el mínimo es de cinco congresistas, sus miembros se inscribieron en otras bancadas, la bancada trece, no es tal, pues, son los no agrupados, es decir, congresistas sin bancada.
- La Mesa Directiva, está compuesta, en la cúspide, por la Presidencia y tres vicepresidencias, cada una de las cuales, tienen asesores.
- Cuando se constituyen, comisiones investigadoras, estas también toman los servicios de asesores.
- Además, contratan cientos de servicios de consultoría, por órdenes de servicios o contratos de locación de servicios.
A todo esto, agregar los gastos indebidos, cuyas noticias dieron programas dominicales de TV, sobre congresistas del grupo político de César Acuña, incluido el presidente del Congreso, viajaron a Trujillo (diciembre 2024), a celebrar el aniversario del partido político Alianza para el Progreso (APP), con pasajes y viáticos pagados por el Congreso de la República. Fuerza Popular, también ha caído en gastos indebidos, por cuanto la parlamentaria Martha Moyano, viajó a Iquitos, a inaugurar la Escuela naranja de su organización política, más avezada, programó una actividad de “representación” para visitar una institución educativa, para así “justificar” su presencia en Loreto, justo en la inauguración de un evento, netamente partidario, pero, con gastos asumidos por el Poder Legislativo.
Este Poder del Estado, es un Congreso derrochador, por los cuales, ninguno de sus integrantes debe volver, para eso el pueblo consciente no debe reelegirlos: de esto no tengo esperanza, recordemos aquel congresista electo de apellido Mesones, en el año 2000, juró “por la plata”, volvió a candidatear al parlamento, al año siguiente 2001, resultó electo ¡con más votos! Increíble.
Permítanme, traer al recuerdo la Asamblea Constituyente de 1978 (elaboró, aprobó y promulgó la Constitución Política del Estado de 1979), fue presidida por el insigne Víctor Raúl Haya de la Torre, impuso una franciscana austeridad, a tal extremo, de haber tenido un superávit de cincuenta (50) millones de soles. Nunca, en más de 200 años de Independencia, República y existencia del primer poder del Estado, hubo superávit. De esto nadie habla, cuando, más bien, debe tenerse siempre presente, por ser digno ejemplo a seguir.