POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP)
El incremento del porcentaje del 2 % al 4 % de lo correspondiente al Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN) dentro del Impuesto General a las Ventas (IGV = 18 %) ha suscitado diversas reacciones. Los centralistas señalan que disminuyen los ingresos del Gobierno central y los municipalistas afirman que se trata de una medida justa que beneficiará a los gobiernos locales más olvidados del país.
En realidad, el IGV es el impuesto indirecto que más pagan los ciudadanos: si realizo compras por 1,500 soles, se agrega el IGV, aunque no quiera pagarlo. De tal manera que ese 18 % son 270 soles que se agregan al pago final de nuestra compra. Este impuesto se divide a su vez en dos partes: un 16 % para el Gobierno central y un 2 % para los gobiernos locales, es decir, 240 soles para el Gobierno central y 30 soles para el Impuesto de Promoción Municipal (IPM), que es la parte más importante del FONCOMUN.
El FONCOMUN es un fondo formado por este 2 %, denominado Impuesto de Promoción Municipal (IPM), el Impuesto al Rodaje (IR) y el Impuesto a las Embarcaciones de Recreo (IER). Estos dos últimos son muy bajos y los paga muy poca gente, por lo que el IPM es lo más sustancial del FONCOMUN y así es como aparece en los presupuestos de los gobiernos locales.
La norma indica que este fondo debe asignarse de acuerdo con «criterios de equidad y compensación, priorizando las municipalidades rurales y urbano-marginales». Sin embargo, en general, la asignación está desnaturalizada, pues se entrega a las localidades que más IGV aportan. Este es el caso, en 2024, de Moquegua, donde la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto recibió casi 11 millones de soles, y la Municipalidad Provincial de Ilo, 9 millones, mientras que los municipios distritales recibieron entre medio millón y un millón de soles, que es una cantidad poco significativa. La explicación lógica es que Ilo y Moquegua ciudad tienen más compras y ventas de bienes y servicios y, por tanto, aportan más IGV.
Por otro lado, algunos municipios de Moquegua reciben tanto canon y regalías mineras que el FONCOMUN no les resulta muy importante y su porcentaje respecto al presupuesto anual es bajo. Así, el FONCOMUN para Torata solo representa el 1 %, el de San Antonio y Algarrobal el 2 % cada uno, el de Ilo el 5 % y el de Mariscal Nieto el 6 %. Entonces, para ellos, ni la tos por el FONCOMUN.
En cambio, para distritos como Chojata, que recibe el 30 % de su presupuesto; Omate, con un 29 %; La Capilla, con un 25 %; Puquina, con un 23 %; Ubinas, con un 22 %; Coalaque, con un 21 %, y el resto de los distritos menos del 20 %, sí que es importante contar con el FONCOMUN. El incremento del FONCOMUN les resulta placentero y esperanzador.
Si sumamos todo el presupuesto 2025 de los gobiernos locales de Moquegua, el FONCOMUN solo es 43 millones de soles y representa un exiguo 4.8 %. Es una cantidad muy reducida para pensar que se van a realizar grandes obras con este fondo, y es por ello que casi la mayoría de los gobiernos locales lo han utilizado en gastos corrientes (remuneraciones, compras de bienes y servicios).
La modificación del porcentaje del 2 % al 4 % del IGV para el FONCOMUN tampoco es para saltar de una pata: este se modificará por puchos de 0.5 % en 2026, 2027, 2028 y 2029, lo que quiere decir que dentro de cuatro años la modificación se elevará en un 2 % más. Así pues, si Moquegua recibió del FONCOMUN la cantidad de 43 millones en el presente año 2025, las proyecciones de recepción para el próximo año serían de 49 millones, 48 millones para el 2027, 50 millones para el 2028 y 53 millones para el 2029.
En conclusión, el aumento del porcentaje del 2 % de la parte del IGV para los gobiernos locales es más una medida electorera de los congresistas que sueñan ser reelegidos. En Moquegua, la elevación del FONCOMUN para los gobiernos locales con alto canon y regalías les es indiferente. Para quienes sí resulta importante es para los municipios excluidos, marginados y pobres del departamento.