16.3 C
Moquegua
18.3 C
Ilo
3.8 C
Omate
13.3 C
Arequipa
17.5 C
Mollendo
22 noviembre, 2024 3:10 am

Fin de Leguía: Partido Aprista y elecciones de 1931

Por: Edgard Norberto «Beto» Lajo Paredes   

El 22 de agosto de 1930 llegó a su fin el Oncenio dictatorial de Leguía, por Golpe de Estado del Cmdte. Luis M. Sánchez Cerro; se formó la Junta de Gobierno presidida por David Samanez Ocampo; convocó Elecciones Generales para octubre de 1931; designó la Comisión de Constitución, elaboró el Anteproyecto de Constitución del Estado 1931, su Exposición de Motivos, nos permite “entender mejor y con mayor sensibilidad los derroteros de nuestro proceso constitucional y, desde luego, la bullente, cambiante realidad de nuestro país”. (Carlos Ramos. Exposición de Motivos del Anteproyecto de Constitución del Estado 1931, Primera edición: setiembre de 2017, pág. 14).

FUNDACIÓN DEL PARTIDO APRISTA

El Aprismo “tuvo un largo proceso de gestación desde 1919 hasta 1930… Hasta entonces había sido un movimiento que surgió primero como una escuela de educación popular y luego se manifestó a través de la agitación ideológica en diversos países”. (Historia del APRA, Percy Murillo Garaycochea, 2da. Edición, pág. 79); Roy Soto, relata, en “un modesto taller de ebanistería, ubicado en la Plazuela del Teatro, se suscribió el Acta de Fundación en un grueso cuaderno escolar de pasta roja”, prosigue: “El texto del Acta de Fundación del Partido Aprista Peruano -que lleva fecha del 20 de setiembre de 1930- es breve y preciso.

Luego de mencionar su adhesión a los cinco puntos del Programa del APRA, expresa: Las clases gobernantes latinoamericanas son aliadas del imperialismo, detentándolo a cambio de concesiones y empréstitos; debido a ello nuestras riquezas son hipotecadas o vendidas al capital financiero internacional y así el sometimiento económico deviene en político. Contra esta situación debe lucha el APRA” (115); expone: “El 12 de octubre de 1930 apareció el primer número de la revista APRA” (117); Percy Murillo, señala: “El 16 de mayo de 1931 hizo su aparición en las calles de Lima un nuevo diario… se asignó una clara misión y un designio inequívoco: servir de vocero al despertar de la conciencia popular que preconizaba el aprismo. Se trataba de un diario francamente polémico y político al que se puso un nombre con sabor a arenga y a proclama: La Tribuna” (91); agrega “Los apristas… habían avanzado en la organización del Primer Congreso Nacional del Partido del que debería salir la plataforma electoral, es decir el Plan de Acción Inmediata o Programa Mínimo que el aprismo presentó a consideración del electorado en 1931” (107).

Sobre “la Hora de la Gran Transformación”, Luis Alberto Sánchez (LAS), escribe: “Entre mayo y junio se reunieron en los diversos departamentos del Perú, sendos Congresos apristas a fin de discutir las bases del programa del Partido Aprista Peruano. Por primera vez se formaría un Plan de Gobierno… con la participación de las masas”. (Haya de la Torre y el APRA, Tercera Edición 1985, pág. 232).

REPRESIÓN E INSURGENCIA APRISTA

Para la elección de presidente de la República y representantes al Congreso Constituyente, se “nombró una Comisión… encargada de elaborar el Anteproyecto de Estatuto Electoral… Consagró, por primera vez, la garantía fundamental del voto secreto y obligatorio. Concedió el ejercicio del sufragio a todos los peruanos mayores de 21 años, a condición de que fuesen alfabetos; todavía no se vislumbraba el voto de la mujer… otorgó representación parlamentaria a las minorías en forma proporcional… dispuso… la organización del Registro Electoral”. (Roy Soto, 124).

Hubo una omisión: “Lamentablemente, no se introdujo la regla del escrutinio en mesa para garantizar la pureza del sufragio… los Jurados Departamentales resultaron investidos de facultades para revisar los votos que podían cambiarse en el trayecto de un lugar a otro. En la práctica, resultó que la voluntad popular no fue respetada debido a la suplantación de los votos… Estas fueron las reglas de juego conforme a las cuales se desarrolló el accidentado proceso electoral de 1931” (124). Consumado el fraude electoral, el JNE proclamó presidente a Sánchez Cerro; éste desató una feroz y criminal persecución contra el PAP, asaltando locales, asesinando militantes, agrediendo a sus líderes.

UN HECHO INHUMANO

Leguía, enfermó de la próstata, “con una dolorosa retención de orina”, siendo recluido en la cárcel con su hijo Juan, “en condiciones infrahumanas”, se vio “en la dolorosa necesidad de atender a su padre, introduciéndole una sonda sin las necesarias precauciones de asepsia”. El fallecimiento ocurrió el 6 de febrero de 1932. Sánchez Cerro dispuso que sus restos fuesen conducidos rápidamente al cementerio Baquíjano”. (Roy Soto, 148).

Análisis & Opinión