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17 septiembre, 2024 11:06 pm

Fernando Peralta Jurado: Un ciudadano con vocación de servicio

Fernando Peralta Jurado es un ejemplo de discreción y compromiso social, cuya vocación de servicio ha dejado una huella indeleble tanto en el deporte como en la lucha dirigencial.

POR: RONY FLOR COAYLA    

Hay quienes, antes de publicitar sus actividades sociales, prefieren mantener un «perfil bajo» a pesar de demostrar vastas condiciones de vocación de servicio. Uno de ellos es Fernando Peralta Jurado, menudo personaje que se formó en el Anexo del Colegio Simón Bolívar y, además de sobresalir en sus estudios, también fue un amante del deporte.

Aún sin haber alcanzado la mayoría de edad, formó el Club Mariscal Sucre, que debutó a inicios de los años 70 en el viejo estadio «25 de Noviembre», en la categoría infantiles. Llegó a jugar en mayores por el Club Hospital, de recordadas glorias del deporte moqueguano, además del desaparecido Atlético Samegua. Asimismo, fue dirigente del Club José Carlos Mariátegui, al que no solo dirigió, sino que también fue su presidente en los años 90.

En su relación con el deporte, fue propuesto en ese entonces para presidir el Consejo Regional del Deporte, pero le ganaron el puesto por cuestiones políticas. Años más tarde, fue reconocido por la ahora Liga Departamental de Fútbol de Moquegua.

Fue integrante de la conocida Peña de los Sábados, cuyos miembros aún siguen practicando deporte a pesar de sus numerosos años.

Pero no solo sobresalió en esa actividad saludable, sino que demostró su sentido social constituyendo el Frente Democrático de Derechos Humanos Concertación y Unidad de Moquegua, con la finalidad de buscar que las autoridades hagan una gestión responsable y transparente.

Huaytire.

Fue en ese entonces que, como organización, promovieron la revocatoria de la ex presidenta regional Cristala Constantinides y, cuando llevaron planillones a la capital, de 23,571 firmas solo les validaron 18,212. Sin embargo, fue el primer intento de revocatoria en la historia democrática de la región Moquegua.

El frente no solo participó en política, también lo hizo en solidaridad cuando hubo damnificados tras el terremoto del 2001, gestionando la instalación en Moquegua de un hospital de campaña donde incluso se regalaban pañales para los pequeños.

De igual manera, llevaron apoyo a los hermanos de Pisco días después del terremoto del 15 de agosto de 2007.

Fue en los tiempos en que Huaytire figuraba en una disputa de límites con la región Tacna y, como organización social, se constituyeron en el lugar a fin de integrarlos a la región Moquegua.

Fernando se aproxima a las siete décadas, y su salud le viene «pasando factura». No busca que, por su sentido social y vocación de servicio, lo reconozcan ni le entreguen medallas; solo quiere demostrar que ayudar y hacer el bien por los demás es una de las mejores satisfacciones de la vida. Como él dice: «Agradezco a Dios por permitirme servir y no servirme de los demás».

Virgen Inmaculada, Samegua.

Análisis & Opinión