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23 noviembre, 2024 6:34 am

Factores que influyen en el feminicida para una actitud violenta

POR: INSTITUTO REGIONAL DE DEFENSA LEGAL MARIÁTEGUI

PARTE I

El término feminicidio hace referencia a un tipo de homicidio específico en el que un varón asesina a una mujer, chica o niña por ser de sexo femenino. A diferencia de otros tipos de asesinato, los feminicidios suelen ocurrir en el hogar como consecuencia de violencia de género.

También se categorizan dentro de los crímenes de odio, dado que se dan en un contexto en el que lo femenino ha sido estigmatizado durante años.

El feminicidio fue acuñado por primera vez en 1970 por Diana Russell. Esta expresión surgió como alternativa al término neutro de “homicidio” con el fin político de reconocer y visibilizar la discriminación, la desigualdad y la violencia sistemática contra la mujer que, en su forma más extrema, culmina en la muerte.

La violencia está ligada a la historia de la humanidad. En todos los tiempos se han producido innumerables conflictos que llevan a la presunción que la violencia forma parte de la naturaleza humana.

En la historia del Perú, del mismo modo se puede apreciar que desde las culturas pre-inca, la expansión de la cultura Inca, la conquista del Perú por los españoles, los quinientos años de la colonia o virreinato y los 194 años de la República se han producido diversas formas de violencia, en las que se han violado, con reiteración, esenciales derechos humanos.

Los derechos humanos son los derechos personales y colectivos, reconocidos por las sociedades organizadas en forma internacional, inherentes al respeto de la dignidad de la persona humana.

Fueron reconocidos y promulgados en el año 1948 mediante la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH) por la III Asamblea General de las Naciones Unidas (1). En el Perú estos derechos se elevaron a la categoría de Pactos Colectivos el 16 de diciembre de 1966 y muchos de sus principios han sido incorporados a la actual Constitución de la República.

Clasificación del delito de Feminicidio: Sexual, por estigmación, en masa, encubierto, por la relación víctima victimario

ASPECTO PSICOLÓGICO

La psicología juega un papel de vital importancia a efecto de trabajar y contrarrestar el delito de feminicidio, por cuanto necesitamos conocer la conducta del agresor previamente y no posterior al hecho de agresión desencadenado; consecuentemente prevenir los actos de violencia en contra de las mujeres.

Existen modelos psicológicos de violencia contra las mujeres: Modelo conductual, modelo cognitivo, modelo psicodinámico, modelo comunicacional, modelo interactivo de violencia, modelo de mecanismos psicológicos de violencia en el hogar.

Perfil de la mujer maltratada: Normalidad de sufrir maltrato, distorsiones cognitivas. ambiente violento.

perfil del hombre violento: dominante, imponente, antisocial, perfeccionista. El patriarcado es una forma de organización social en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, generalmente manipuladores

Asimismo, se debe señalar que el delito de feminicidio es un delito social, más que jurídico.

Así tenemos las causas socio cultural que generan el feminicidio, como son: Ausencia de los padres en el hogar, sea por motivos laborales u otros. La violencia entre padres, en presencia de los hijos. Ausencia de afecto maternal en el hogar; así como el afecto paternal. Violencia discriminatoria en los hijos por sus condiciones de ser varón o mujer. Matrimonios a temprana edad. Alcoholismo y drogadicción. Desempleo. Bajo nivel socioeducativo.

En conclusión, resulta que las mujeres que sufren violencia doméstica se encuentran generalmente dentro de las que no pueden salir de una relación ya que no tiene apoyo económico y dependen de sus parejas; así también el factor dependencia emocional.

PARTE II

ABOGADO GABRIELA HERNÁNDEZ COAYLA

Hablar de feminicidio o escuchar acerca de este delito en estos últimos meses en el Perú no es nada raro ni extraño, día a día vemos y oímos en diferentes medios de comunicación titulares que resaltan la violencia ejercida por feminicidas que termina dejando en la mayoría de casos hogares huérfanos, tristeza y desolación.

Vemos que este tema va tomando fuerza, va mostrándose más, va ganando mayor protagonismo en estos últimos tiempos, eso no significa que antes este delito hubiera sido menor, el problema era una sociedad enmudecida hacia los crímenes dirigidos hacia la mujer, una sociedad que miraba para otro lado y agachaba la cabeza.

Todo esto influenciado por el poder que ejerce el varón, el intimidar por su superioridad física y lo que significaba ser hombre en una sociedad machista; antes de ahondar más en el tema debemos precisar qué es el feminicidio, en palabras simples y resumidas este hace referencia a la violencia ejercida con consecuente muerte de la mujer por el simple hecho de ser del sexo femenino, este es motivado por principalmente el odio, animadversión que tiene el hombre hacia la mujer.

Pero ¿Qué factores influyen para que un hombre cometa este tipo de delitos? ¿Qué influye para que el varón tome una actitud violenta?

Uno de los principales factores es el machismo, este es un factor social importante puesto que vivimos en una sociedad que cree que el hombre es superior a la mujer, vivimos en una sociedad patriarcal, una sociedad que desde la colonia favorecía muy por encima a los hijos varones, ya que estos debían ser los que dieran la cara por la familia y que relegaba a las mujeres, confinándolas a solo tener como metas casarse, tener hijos y servir en el hogar.

Este pensamiento ha sido heredado en la mayoría de familias peruanas y crea un ambiente en el que el hombre ejerce cierto dominio hacia su contraparte, esto hace pensar al varón que la mujer es un objeto y que le pertenece por lo cual el piensa que tiene el derecho de poseerla no importando si esta es golpeada, maltratada, violada, etc.

Otro factor que influye para que el feminicida tenga una actitud violenta es que de niños hayan estado expuestos a un entorno de violencia familiar, bien se sabe que la violencia puede ser innata o adquirida, en los casos de violencia adquirida esto lo podemos observar en el niño que fue golpeado y maltratado en la etapa en el que era más vulnerable.

El niño que veía en su familia constantes muestras de agresiones físicas y verbales no solo hacia miembros femeninos, estos sucesos traumáticos pueden quedarse enquistados, marcados en el niño haciendo que crezca pensando que es normal, siendo alto el riesgo que estas actitudes se vuelvan a repetir en la etapa en la que el sienta que ejerza dominio o poder hacia su pareja y/o hacia personas del sexo femenino.

Otro factor es la Salud Mental del agresor, un agresor en potencia puede sufrir trastornos de ansiedad, depresión, tener problemas con el abuso de bebidas alcohólicas o sustancias psicótropas, estos hacen que el comportamiento se distorsione, haciendo que el agresor este más propenso a cometer actos violentos, mucho se da los casos en los que el esposo llega totalmente intoxicado por el alcohol y ante los reclamos de su pareja este arremete con furia hacia su persona muchas veces concluyendo en asesinatos feroces.

Otro caso son los varones que se obsesionan con sus parejas o conocidas y ante el rechazo se aferran hacia estas, llegando a pensar que si no es para él no será para nadie, estos casos acaban muchas veces en fatalidad.

Concluyendo, como vemos en el Perú existen diversos factores por el cual un feminicida toma actitudes violentas, mucho influye la sociedad, el cómo se educa y cría desde que uno es pequeño, estas actitudes deben cambiarse, debemos proponernos a formar una sociedad con igual de oportunidades para todos y en la que todos seamos vistos de manera igualitaria para cambiar ese pensamiento patriarcal en que la mujer es vista como un objeto, un ser sumiso y que puede ser doblegado , de nosotros depende el hacer una mejor sociedad no solo para nosotros mismos sino para los que vienen atrás y seguirán nuestros legados.

PARTE III

ABG. MIRIAM VELAZCO VALENCIA

El feminicidio está referido al asesinato de una mujer, por tanto, es considerado como un crimen de género, realizado por quien quiere demostrar su intención de dominio y control. Por lo que en nuestro país se encuentra ya regulado en el artículo 108-B del Código Penal y establece que “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años el que mata a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes contextos: 1) Violencia Familiar, 2) Coacción, hostigamiento o acoso sexual, 3) abuso de poder, confianza…”

Por lo que, el siguiente artículo se realiza en mérito a la nota de prensa titulada “600 mujeres en el Perú fueron víctimas de feminicidio, en Moquegua se presentaron 03 casos” donde el Presidente Martín Vizcarra solicita que, con humildad, cada uno de ustedes en sus trabajos y en sus hogares asuman el compromiso de terminar con el machismo, denunciar la violencia contra las mujeres y erradicar el feminicidio…”. Asimismo, se tomó en consideración la ponencia realizada por la dra Rosa María Silva Rodríguez, quien sostuvo en el I Congreso Internacional de Criminología que estadísticamente el feminicidio en el Perú va en aumento, y que una forma de disminuir el feminicidio sería a través de políticas de prevención.

PERFIL DE LA VICTIMA 

La víctima de violencia por lo general tiene como característica ocultar lo que le pasa, sea víctima de violencia física o psicológica, tiende a soportar de forma intermitente al inicio y posteriormente de forma continua el castigo, el maltrato.

Siendo varias sus causas, como es por ejemplo presentar inmadurez emocional, conductas de infantilismo, dependencia emocional, llamar la atención por su incapacidad para amar, etc, ello por haber sido criadas asumiendo mayores responsabilidades de las que correspondía a su edad, lo cual les genera codependencia, ya que crecen pensando que dando sin recibir nada a cambio.

Y cuando las cosas salen mal, piensan que es su responsabilidad porque no dieron lo suficiente, por lo que viven para atender a la otra persona, desarrollan un alto nivel de responsabilidad y del deber para con los demás y descuidan su autoestima, se desatienden así mismas, no se dan tiempo para sí mismas, pero sí para los demás, desarrollando una actitud totalmente servil, considerando que la felicidad de los demás está por encima de su propia felicidad, culpándose por las fallas que se puedan presentar en las relaciones humanas, hasta el grado de llegar al sufrimiento.

Por lo que el hombre que generalmente tiene a su lado es uno de carácter débil, que necesite de su ayuda profesional, económica, familiar, etc, a la cual le pueda prodigar sus atenciones, y cuando empiecen los maltratos pensará que lo hace porque él se siente mal, y no porque sea violento o esté mal dicha actitud.

Otro ejemplo lo tenemos en aquéllas mujeres que durante su infancia han sido excesivamente protegidas, entonces al no habérseles enseñado a ser independientes, buscan a un hombre que las cuide proteja, que tome las decisiones por ellas, creando nuevamente codependencia, por lo que generalmente se relacionan con hombre de carácter fuerte, posesivos, celosos.

Siendo que este tipo de mujeres por lo general crecen con baja autoestima y con carencias efectivas, por lo que buscan ser queridas a cualquier precio, por lo que incluso sienten miedo de denunciar cuando son víctimas de violencia (física o psicológica), sufren frecuentemente de crisis de ansiedad, padecen de trastornos de alimentación, se consideran culpables de los que ocurre alrededor suyo, se sienten incapaces de tomar decisiones, por lo que además soportan el ser insultadas, despreciadas, aceptan ser alejadas de sus familiares, no se les permite salir, piensan que su opinión deja de tener importancia, consideran que es su obligación mantener relaciones sexuales aún contra su voluntad, etc.

PERFIL DEL AGRESOR

Ahora bien, el perfil del hombre agresor generalmente son personas que han sido educadas en un ambiente de violencia, o proceden de familias donde el maltrato ha sido constante, por lo que al ser testigos o víctimas de esta violencia, suelen responder de la misma manera con más violencia, siendo su carácter impulsivo e inmaduros con tendencia a la depresión, presentando altos índices de estrés, por lo que humilla a su víctima, a quien denigra, a través de intimidaciones constantes al tener baja autoestima.

Por lo general presentan una actitud manipuladora y no reconocen sus errores, valiéndose de la agresión para conseguir sus objetivos.

Por tanto, al haberse criado en un ambiente de violencia, adapta sus formas de relacionarse y conseguir sus objetivos a través del uso de la violencia, generando en su pareja miedo a abandonarlo, y en muchos casos causando dependencia económica, ya que busca tener control absoluto sobre su víctima, considerándose que tiene derecho a saber todo sobre ella, llegando a acosarla telefónicamente y a vigilarla constantemente.

Análisis & Opinión