Bolivia es un país que teniendo un gran potencial en recursos naturales en décadas pasadas exportaba grandes volúmenes de estos pero sus importes eran muy bajos, primero porque las principales empresas mineras tenían baja carga tributaria debido a que los gobiernos de turno indicaban que deberían darle todas las facilidades al capital externo para que genere empleo.

Agreguemos que los precios de las mercancías de exportación de ese país tenían precios internacionales bajos pues los consorcios internacionales se estoqueaban de reservas para tratar de frenar cualquier elevación de los precios.

Así tenemos que las exportaciones del país altiplánico en el año 2000 llegaban a 1,245 millones de dólares (US$) y en el año 2004 se elevó a solo 2,195 millones de dólares (US$). A raíz de la revolución tecnológica, el incremento del consumo eléctrico y el crecimiento de las ciudades mundiales es la demanda de recursos naturales rompió esquemas y elevo los precios internacionales.

Bolivia incrementó su cantidad e importe de sus exportaciones. Así tenemos que de los dos mil del año 2004 llego a incrementarse 12,889 millones de US$, es decir en diez años sus exportaciones se multiplicaron en diez veces más. Si bien en el año 2018 llegaron a 8,969 millones de US$ siguen siendo transcendentales para la economía boliviana que capta ahora si mayores impuestos por la explotación de los recursos naturales en especial mineros y gasíferos que se destinan para la exportación.

El Boletín Electrónico Bisemanal Nº 793 del 3 de junio de 2019 del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) presenta información detallada de las exportaciones de Bolivia y de sus estadísticas anotamos las siguientes características.

La estructura de las exportaciones corresponde 34% a productos manufacturados, 33% son Hidrocarburos, 26% minerales y otros solo 4%. Lo que se deduce que más del 50% son productos primarios (insumos sin mayor valor agregado). Resalta también que ha crecido las exportaciones industriales llegando a un tercio del total exportado (Grafico N° 01).

Ello también se refleja en que 79% son mercancías tradicionales y solo el 20% mercancías no tradicionales. Ampliar el porcentaje de esta última dependerá de la política pública y su interés por promoverlo (Grafico N° 02).

De otro lado el destino de las exportaciones es diversa. Tiene a dos vecinos como principales: Brasil 19%, Argentina 15%, siguen en menor porcentaje la India con 8%, Japón 7%, Corea del Sur 6%, EEUU, Colombia y China con el 5% cada uno. Sigue Perú y Emiratos Árabes con 4% cada uno. Nos llama la atención que no aparezca Chile que suponemos estará en el resto de países que llega al 18%. Brasil y Argentina aparecen como principales destinos porque son los que más compran el gas (Grafico N° 03).

Esa es la explicación de que el transporte de las exportaciones se realice por ductos en un 78% y en segundo lugar el carretero en 12% (Cuadro N° 04).

¿De dónde provienen las exportaciones? Santa Cruz 25%, Potosí 24%, Tarija 20% y La Paz con solo 9%. ¿Qué se exporta? Las mercancías principales son Torta de soya, Nueces de Brasil, Aceite crudo de soya, artículos de joyería, quinua, urea, bananas frescas, semillas de chía, Gas natural en estado gaseoso, Gas Licuado de Petróleo (GLP), Alcohol, etc.

Si bien las exportaciones son notablemente tradicionales establecidas por los minerales e hidrocarburos en especial el gas natural representó en importe más del 80% que si bien es un aporte sustancial al Producto Bruto Interno (PBI) es también riesgoso porque son productos extractivos no renovables dependientes de la coyuntura internacional.

El surgimiento de las exportaciones no tradicionales se tiene que seguir creciendo ellas dan más empleo y son resultado de los sectores agrícolas, artesanales, industriales, silvestres, pecuarios entre otros. Es destacable que sean varias las ciudades las que venden al exterior y sea Santa Cruz la ciudad económica de Bolivia. En eso no nos parecemos pues en el caso nuestro Lima lo centraliza todo: político, económico, poblacional, educativo.