Las festividades donde reina el licor, como es la Vendimia, son proclives a escenas desagradables, como las que se presentaron en los dos días de este festival, donde a diferencia de otras jornadas, al alcalde de Moquegua John Larry Coayla no dispuso ninguna acción de prevención o control para evitar ciertos excesos, o por lo menos no las suficientes.
La mala organización, improvisación, falta de seguridad, baños químicos, logística, etc., quedó evidenciada en la XV Vendimia Moqueguana 2023. Lo que debió ser una fiesta para el compartir familiar y disfrute de los shows, terminó en borracheras incontrolables.
Al margen de la basura acumulada en la plaza de armas, donde se pudo observar a trabajadores de limpieza pública hacer un efectivo trabajo, lo mismo no ocurrió en el perímetro.
El atrio de la Co Catedral Santo Domingo, y el parque parroquial fue utilizado como cantina y urinario público donde también se acumulaba la basura a falta de contenedores.
Asimismo, en la primera noche de vendimia un varón conocido con el apelativo de “Gueño” producto del excesivo consumo del licor (se regalaron 300 litros de vino a la población) se cayó de las graderías de ingreso a la plaza, todo eso cerca de la media noche.
Lo peor es que, como cerraron todo el ingreso a la plaza con toldos y carpas, la ambulancia no pudo ingresar. Los organizadores no previnieron la ocurrencia de accidentes ya que no había vías libres de obstáculos.
Al parecer el accidentado no sufrió lesiones de consideración, aunque perdió el sentido por una hora. Se rescata lo bueno del Festival, pero también se debe tomar nota de los excesos fruto de la falta de control municipal, que esperemos sean considerados en futuras organizaciones.