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22 noviembre, 2024 2:47 am

Escenarios probables del gobierno elegido en segunda vuelta

Tiempos difíciles se nos avizoran y sabias deben ser la toma de decisiones, es el reto que nos espera.

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA)

Los resultados de las elecciones de la primera vuelta y las tendencias de la segunda vuelta electoral definitivamente avizoran que la crisis política después de la elección del presidente de la República continuará debido al fraccionamiento de la representatividad de los partidos políticos en el Congreso, el bajo porcentaje de preferencia obtenidos y la polarización por dos clasificados para la segunda vuelta.

Los planes de gobierno de ambos candidatos no tienen bancada mayoritaria en el Congreso para facilitar su aplicación.

El cambio de la Constitución de la República de Castillo no será viable por el lado de la instancia legislativa, la mayoría lo obstaculizara y es casi imposible lograr una con alianza con mayoría parlamentaria para darle pase, quizás admitan algunas reformas por acuerdo del mismo congreso quitándole la esencia de la nueva constitución para el próximo Bicentenario en la que el Estado tenga más decisión en la economía y los recursos naturales del suelo y subsuelo que le pertenezcan. El otro camino es el lado de la iniciativa ciudadana, reunir firmas para la consulta vía el referéndum.

Por el lado de Fujimori es improbable cualquier formulación de cambio constitucional pues están convencidos que la actual constitución de su padre es el preámbulo del crecimiento e inserción en la economía internacional. Para destapar la olla propondrán una serie de reformas para una “modernización del Estado” que en los niveles académicos significa simplificar más la tramitología, exoneración de impuestos y permisibles normas ambientales con el slogan de “hay que atraer la inversión privada” y el Estado debe seguir siendo subsidiario.

Buscarán aliarse en el Congreso con Nueva Victoria, Renovación Popular, Avanza País, Alianza para el Progreso y algunos disidentes para tener mayoría decisoria. La debilidad de este anhelo es que estos partidos no son partidos, son embarcados al bote, priman en ellos sus intereses particulares antes que los colectivos y se abocaran a desmontar el andamio de la Fiscalía y Poder Judicial para absolverse de las sentencias judiciales ya investigadas.

En lo social la agitación será tensa y polarizada. La población está pereciendo y sobreviviendo ante el fracaso del amortiguamiento de la pandemia, somos el país que más gasto sus reservas de emergencia y el que más letalidad sobre el millón ha tenido. Pide y exige más rapidez en las vacunas, bonos para vivir y el Estado ya está endeudado internamente y externamente.

Se suma la deficiencia colectiva de la mayoría de los gobernadores regionales y alcaldes provinciales preparados para gastar y no para gestionar. No hay posibilidades de cargarles más impuestos a los que menos tienen, el caso Colombia es un referente de lo que no se debe hacer.

En supuesto gobierno de Castillo el plan de emergencia post Covid 19 echara mano a otros programas para apoyar a los más desvalidos y en el caso de Fujimori dispondrá, lo ha dicho, del canon minero de las regiones u otro que se le parezca para la ayuda social. El tema judicialización de la corrupción no será un tema cerrado sin Keiko o con ella se expandirá más en todos sus niveles de gobierno. Como el caso del clima meteorológico en lo social se pronostica mucho reclamos y movilización social aun en los escenarios de post-pandemia.

En lo económico seguiremos dependiendo de las oscilaciones del mercado internacional. El Producto Bruto Interno crecerá muy lentamente cuando la vacuna se universalice y la gente salga a buscar el pan de cada día. Si la China, Estados Unidos y Europa comienzan a crecer nos jalaran los vagones de exportación de minerales y viceversa.

En lo interno tenemos que resolver el tema del déficit fiscal, el pago de deudas y la generación de empleos. En el caso de Castillo su camino será proponer al estilo del presidente de los Estados Unidos Joe Biden impuestos a la muy elevada riqueza y sobre ganancias de los que se beneficiaron de la pandemia, garantizar el salario con el fin de darle aire al mercado interno e ingresos a la gente y al Estado.

En el caso de Fujimori la figura es flexibilizar la estabilidad laboral, ingreso de jóvenes al empleo sin régimen laboral, seguir replicando el modelo liberal que no es sinónimo desigualdad en la distribución de los ingresos.

Tiempos difíciles se nos avizoran y sabias deben ser la toma de decisiones, es el reto que nos espera.

Análisis & Opinión