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Entre inocentes y corruptos

Las acciones despreciables del Lagarto no pueden quedar impunes, motivo por el cual dedico toda mi energía a esta causa. No existe ningún otro objetivo, a pesar de lo que mis detractores intenten insinuar. Ha llegado el momento de rectificar las situaciones injustas que he vivido y presenciado.

POR: KAREM ROCA LUQUE   

Desde que el Lagarto Vizcarra reveló su verdadera cara, mi vida ha estado llena de innumerables experiencias difíciles y dolorosas. Puedo relatar episodios llenos de lágrimas, sufrimiento, miedo y ansiedad, pero también de valentía para enfrentar con la verdad las mentiras de un traidor.

Efectivamente, mi perspectiva de la vida ha cambiado y continúa cambiando para mejor, ya que ahora me enfoco exclusivamente en la búsqueda de la justicia. A través de mis experiencias de injusticias personales con el Lagarto, he aprendido a tomar decisiones que buscan restablecer la equidad y reivindicar mi apellido, mi familia y, por supuesto, el Perú.

Las acciones despreciables del Lagarto no pueden quedar impunes, motivo por el cual dedico toda mi energía a esta causa. No existe ningún otro objetivo, a pesar de lo que mis detractores intenten insinuar. Ha llegado el momento de rectificar las situaciones injustas que he vivido y presenciado.

Así, hay momentos en la vida que nunca se olvidan, momentos especiales y tristes que todavía recuerdo con claridad. Dos allanamientos a mi casa que siempre recordaré, y estoy convencida de que Vizcarra estaba al tanto de todo.

Desde el Palacio de Gobierno se aseguró de que, en el último allanamiento, todos los involucrados recibieran órdenes de Mirian Morales para encerrarnos en la carceleta de la Prefectura. Mientras la segunda primera dama, me refiero a Morales, fue conducida a una habitación cómoda por ser íntima amiga del Lagarto, los demás fuimos llevados a la carceleta.

Durante los siete días de detención preliminar, al tercer día, fui sometida a un registro personal en presencia de mis compañeras de celda, dos ex secretarias generales del Ministerio de Cultura. Una oficial mujer ingresó y me pidió que me despojara de mi ropa, revisando todas mis pertenencias bajo el pretexto de que podría tener alguna información relevante. Mis compañeras denunciaron este hecho a la instancia correspondiente.

Siempre supe que fue Vizcarra quien orquestó desde el Palacio de Gobierno todo este montaje. ¿Qué pretendían lograr? ¿Sembrarme pruebas falsas? En ese momento, solo me aferré a mi fe en Dios y al amor inquebrantable hacia mis hijos y mis padres. Sabía que todo esto tendría que llegar a su fin.

Hoy en día, he salido limpia de este proceso que me llevó a vivir estos sucesos irreversibles, los cuales buscaban únicamente protegerme de los abusos de poder de un mentiroso compulsivo. Siempre es el eslabón más débil el que se rompe en esta situación. Ahora, continúo avanzando con la cabeza en alto.

Cada vez somos más personas que buscamos una justicia implacable frente a la rampante corrupción, en la cual los poderosos corruptos acumulan extensas propiedades y terrenos mediante el uso de empresas ficticias y testaferros para beneficiarse a sí mismos.

Para mí resulta satisfactorio que, aunque sea de forma lenta en el Perú, la justicia continúe avanzando sin dudar. Este martes 21 de noviembre, se conoció que el Poder Judicial ha dictaminado, según informa que la Procuraduría estará facultada para actuar como actor civil y exigir una eventual compensación económica que supera los 30 millones de soles por parte del ex presidente Martín Vizcarra Cornejo (cuando se desempeñó como gobernador regional de Moquegua) y otros investigados en los notorios casos de corrupción conocidos como Lomas de Ilo y el Hospital Regional de Moquegua.

En base a la resolución judicial emitida el 16 de noviembre de 2023, la jueza Soledad Barrueto Guerrero del Décimo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, ha dictaminado que el pedido de la Procuraduría para actuar como actor civil en el proceso es válido. Esto se debe a los sólidos argumentos presentados por la procuradora pública Nory Vega Caro, los cuales respaldan la legitimidad de la entidad para intervenir en el caso. Además, el documento hace referencia a la fijación de una reparación civil de 30,664,035.18 soles, la cual corresponde a los daños ocasionados por los funcionarios o servidores públicos que han causado un perjuicio no patrimonial al Estado.

Debo señalar que la demanda de reparación civil contra Martín Vizcarra no se limita únicamente a él, sino que también involucra a otros 21 sujetos, hoy muchos examigos del Lagarto a quienes él traicionó y hoy están bajo investigación por la presunta comisión de los delitos de Colusión agravada y otros, en agravio del Estado peruano

La resolución judicial, menciona a Martín Alberto Vizcarra Cornejo, José Manuel Hernández Calderón (exministro de Agricultura), Edmer Trujillo Mori (exministro de Transportes), Aracceli Pilar Blanco Barrera, Juan Eloiso Corasi Delgado, Jesús Andrés Jaillita Quilla, Celia Elizabeth Cruz Quispe, David Leopoldo Mendoza Fernández, José Javier Jordán Morales, Rafael Granados Cueto, José Fernando Castillo Dibós (expresidente de la empresa ICCGSA), Jorge Armando Iturrizaga Santos, Jessica Sandra Gutiérrez Samo, Lizzette Yessica Copa Yugra, María Asunta Calderón Salas, Alexander David Blas Castro, Juan Manuel Palero Chambi, Aaron Wilber Lino Lipa, Mercedes Del Carmen Salomé Cabello Díaz, José Cristóbal Carrasco Castro, José Luis Núñez Herrera, y César David Ferrer Carlín.

Es importante señalar que el exministro Hernández Calderón afirmó haber sido «utilizado» por el Lagarto como intermediario para recibir sobornos por parte de la constructora ICCGSA. En su calidad de colaborador eficaz en 2021, Hernández reveló que su examigo, Vizcarra, le pidió el pago de una coima de 1 millón 300 mil soles a cambio de asegurar para ICCGSA la obra de construcción del Hospital Regional de Moquegua.

Estimados lectores, nos despedimos hasta la próxima semana, ya que la verdad está abriéndose paso.

Y recuérdalo siempre… ante tanta injusticia seguiré siendo una roca en tu zapato señor Lagarto.

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