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23 noviembre, 2024 7:32 am

El voto indígena y el debate en el Congreso en 1849

En la Constitución de 1828 no se había considerado saber leer y escribir para el ejercicio del sufragio, salvo para los que aspiraban a ser electores, y en segunda vuelta, por mantenerse el sistema indirecto de elecciones, deberían elegir a los senadores, diputados y al presidente de la República.

POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)   

La conquista del Perú no solo significo la anexión de este territorio a la Corona de Castilla, también equivalió a la pérdida de poder político, por parte de quienes lo detentaban como curacas, o ejerciendo los cargos que demandaba para los incas, la administración de todo el Tahuantinsuyo.

En compensación a la pérdida de tierras, algunos, tras probanzas exigidas desde España, lograron demostrar su vinculación con los señores regionales del Perú prehispánico, y con los incas, obteniendo mercedes, que les dieron un status diferente al de los indios del común. Algunos curacas o caciques, se casaron con españolas o criollas, y de esta manera hubo un ascenso social para ellos, y una mejora económica para ellas, en algunos casos.

El historiador de la República, en el tomo 2 de Historia de la República, reitera la información sobre el Congreso de Huancayo, y sobre la Ley Electoral de 1839, que reguló sobre las elecciones por parroquias, teniendo en cuenta a los letrados, los inscritos en el Registro Cívico, y la antigüedad de vecindad en la parroquia en caso de no ser oriundo. Al establecer que se requería saber leer y escribir, olvidaban la autorización constitucional hecha a los indios y mestizos, permitiéndoles votar.

En la Constitución de 1828 no se había considerado saber leer y escribir para el ejercicio del sufragio, salvo para los que aspiraban a ser electores, y en segunda vuelta, por mantenerse el sistema indirecto de elecciones, deberían elegir a los senadores, diputados y al presidente de la República. De manera excepcional, la ley permitió, que, entre los indígenas, para ser elector, no se requería saber leer y escribir, y que un tercio de los electores con población mayoritaria indígena, podían ser analfabetos.

EL DEBATE SOBRE EL VOTO INDÍGENA

Pedro Gálvez fue elegido diputado por Pataz, y Bartolomé Herrera por Lima, en las elecciones de 1849. El rol de ambos en la Cámara de Diputados trascendió hasta opinión pública, conociéndose las posiciones polarizadas de ambos. El debate fue mayor, cuando dentro de la propuesta de reforma constitucional, se consideró otorgar derecho de sufragio a los indígenas y mestizos iletrados hasta 1860, es decir estas grandes porciones de peruanos, gozarían de ciudadanía.

El 6 de noviembre de 1849, Herrera pronunció un discurso argumentando que los indígenas tenían una incapacidad natural para elegir, y no podían acceder a ese derecho, aunque fuesen la porción más significativa de la población nacional, generándose gran indignación, en un universo mayoritario por los cambios, donde se reflexionaba ya por la participación de las mayorías en la toma de decisiones.

Para Herrera, los analfabetos no estaban en capacidad de votar, proponía que primero se eduque al indio, y después se le conceda ciudadanía, porque si se hacía concesiones al indio, también habría que considerar a otros sectores a los que, según él, se marginaba. Gálvez refutó a Herrera, señalando que no era necesario ser letrado para tener derecho al sufragio, ya que la experiencia era un factor suficiente para ello, saber leer y escribir, no era sinónimo de inmediata capacidad, aún sin saber hacerlo, los iletrados podrían votar.

Fue muy convincente a oratoria de Gálvez, al someterse la cuestión al voto, el 7 de noviembre, 96 votaron apoyándolo, mientras la postura de Herrera contó solamente con 19 votos. Pese al triunfo de los postulados de Gálvez, después vendrían nuevas situaciones, que se impusieron en la sociedad peruana, y una vez más, el indígena fue relegado de la toma de decisiones por ser analfabeto, hasta que la Constitución de 1979, terminó con esta discriminación.

Análisis & Opinión