Por: Enrique Rivera Salas
El 30 de setiembre de 1929 fallece Juan Bautista Arenas Málaga, conocido como el “Tata” Arenas a los 79 años, murió sin haber terminado su obra de la actual iglesia Inmaculada Concepción de Mollendo, ya que faltaba la bóveda del altar mayor, obra que se terminó con el padre Alejandro Castañeda el año de 1930 y recién el 15 de agosto de 1943 se coloca la campana mayor de la parroquia que se le dio el nombre de María Asunta.
Tanto el pueblo lo quería al “Tata” Arenas que, desafiando órdenes eclesiásticas, el cuerpo del presbítero fue velado en el interior del templo, y más aún fue sepultado en la parte céntrica del altar mayor donde en una placa de mármol se lee “Aquí yace el Pbro. Juan B. Arenas, murió el 30 de setiembre de 1929. Este templo es la obra del cariño paternal del Tata”.
Tanto fue el cariño que el pueblo le tenía, que lo nombraron alcalde de la Municipalidad Provincial de Islay el 2 de enero de 1896.
Después de varios años trasladaron sus restos, sepultándolos al pie del sagrado púlpito.
Sus estudios los hizo en Arequipa en el seminario de San Jerónimo, fue estudiante de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, estudio Letras y Leyes.
De la iglesia propiamente dicha podemos señalar que está compuesta de columnas, bóvedas, cúpula, cornisa, ventanales y conjuntos escultóricos, como el púlpito debidamente tallado en cedro. Estilo romano, gótico y barroco que son los elementos y estilo arquitectónicos de nuestra iglesia Inmaculada Concepción.
Cabe señalar en el frontis principal de la iglesia, existe una placa de mármol que textualmente dice lo siguiente:
“Recuerdo de la solemne consagración a Mollendo a la Inmaculada Concepción de María Santísima al ser colocada su sagrada imagen en la torre de la iglesia por la Congregación de Hijas de María de esta parroquia”. “Realizó el acto de consagración el excelentísimo obispo de Venezuela, monseñor Enrique Dubuc, siendo párroco de Mollendo el Pbro. Dr. Alfonso Castro y presidente de la Congregación la Srta. María Nicolasa Basurco, en Mollendo a los 8 días de diciembre de 1952”.
Tuve el honor de estar presente en este acto y cuando la imagen fue colocada en la torre.
Quiero terminar diciendo, que el “Tata Arenas” como herencia dejó un templo hermoso digno de su pueblo.
