POR: ENRIQUE RIVERA SALAS
Este mes de octubre viene cargado de profundidad teológica y religiosidad popular, en un contexto en que nuestro país vive una crisis de valores que parece no acabar, afectando la paz de nuestras ciudades y pueblos. Por eso, el Cristo Morado nos recuerda con sus palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, que yo os aliviaré”, y su mandamiento nuevo: “Que os améis unos a otros, como yo os he amado”.
Con este mensaje, el párroco Pbro. Iván Luna Carpio, junto con los presbíteros Cristian Lovón Medina y Jorge Rafael Escorcia Angarita, y la Hermandad del Señor de los Milagros de la Parroquia Inmaculada Concepción, invitan a participar en los solemnes cultos en honor al Señor de los Milagros.
Nuestra parroquia, como Iglesia Jubilar del Decanato II, celebra cada 25 años un Año Santo en memoria de Jesucristo. Este año es un tiempo de gracia y misericordia, que nos permite vivir la fe mediante los sacramentos y alcanzar la indulgencia plenaria.
Esta indulgencia no solo perdona nuestros pecados, sino también los de los seres queridos que aún no han alcanzado la vida eterna. Por ello, este año debe ser una oportunidad para acercarnos a Jesús, buscar la reconciliación y caminar juntos hacia la vida eterna.
Durante este mes morado, la misericordia divina debe fluir sobre todos. Es el momento de la confesión, la penitencia y el perdón.
Acerquémonos de corazón a Jesucristo, el principio y el fin, el Alfa y el Omega.
A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Año Jubilar de la Esperanza 2025.
