POR JORGE ACOSTA ZEVALLOS
Es difícil para la población moqueguana seleccionar a un candidato de su preferencia. En las comunicaciones diarias con diferentes ciudadanos esa es su apreciación, no conocen mayoritariamente a los candidatos al Congreso por el departamento de Moquegua, si lo conocen tienen mala fama o si son apreciados son remotas las posibilidades que sus partidos pasen el 5% mínimo de la votación nacional. Se suma a ello que su publicidad es solo imágenes del candidato y escasa o nula propuesta legislativa. A todo ello se suma el elevado desprestigio que goza el Congreso y sus congresistas que los involucra de manera general.
Ser congresista es una responsabilidad muy importante al extremo que algunos constitucionalistas señalan que son el primer el poder de Estado de los tres que tenemos.
En la historia parlamentaria y congresal de Moquegua, sus elegidos les han resultado algunos buenos, otros regulares y no han faltado los deficientes por diversas razones. En el Congreso de 1963 a 1968 el Senador Daniel Becerra de la Flor y el diputado Julio Biondi Bernales (de Acción Popular) poco pudieron hacer porque la mayoría Aprista-Odriista bloqueaban sus iniciativas. En cambio, el aprista Enrique Rivero Vélez fue más eficiente en iniciativa legislativa en gestión pública.
Augusto Vizcarra Chocano en el periodo de Belaunde 1980-1985 fue opacado por la mayoría centralista dirigida por Ulloa y Kuczynski de Acción Popular (AP). La diputada Cristala Constantinides de Izquierda Unida en el periodo 1985-1990 tuvo que declararse en huelga en su curul para ser escuchada para darle más presupuesto a Moquegua y lograr la aprobación de Universidad para Moquegua.
Julio Diaz Palacios llega a ser diputado entre 1990 y 1992, digamos que fue frustrado por el golpe del 5 de abril de 1992, aun así, logra aprobar normas legislativas sobre un nuevo tema mundial como es preservar el medio ambiente.
Desde 1993 al 2001 los congresistas se eligen por distrito único y por supuestos Moquegua no tiene representación electa propia.
En el periodo de Toledo 2001-2006 en Moquegua se eligen a Luis Gonzales Reynoso y Ernesto Herrera Becerra, las disputas entre ellos de quien ser mejor nos favorece, el primero destaca, con la conservación de la renta de la ZOTAC para Ilo y el segundo con la aprobación de la Ley de Regalías mineras. En el Congreso 2006-2011 llegan al congreso la aprista Hilda Guevara Gómez y Washington Zevallos Gámez, la primera no transciende por su sometimiento a la mayoría congresal de su partido, en cambio Zevallos Gámez acompaña militantemente el moqueguazo que garantizara que el canon se calcule sobre el cobre obtenido.
2011-2016 será la oportunidad de tener un curul por Moquegua de Jaime Valencia Quiroz por el Partido Nacionalista y de Antonio Zevallos Salinas por Solidaridad. Este último con la experiencia de haber sido alcalde de Moquegua y otros cargos le permitirá presidir importantes comisiones de ética e investigadoras, gana prestigio y gestiona apoyos para el departamento. No ocurría lo mismo con Valencia Quiroz que sin experiencia y juventud no destacara en el Congreso, se sumara su decisión de acompañar los pecados de Ollanta y practicar una cura de silencio que lo hace antipopular.
Entre el 2016 y 2019 Zevallos Salinas volverá a repetir el plato debido a la apreciación de buena gestión por parte de la población, esta vez militará en el partido de PPK y Vizcarra. El otro elegido sería Mario Mantilla Medina. En este periodo se dará la más abierta confrontación entre el partido de Keiko Fujimori, primero contra Pedro Pablo Kuczynski y después contra Cesar Vizcarra Cornejo.
El tema central es la lucha contra la corrupción en la que se ubica Zevallos y la otra por su encubrimiento a que sitúa Keiko Fujimori y tendrá en Mario Mantilla su más empecinado servidor, escudero y expositor. El primero avanzara en la oportunidad a ministro, Premier y representante ante la OEA. El segundo volverá a la cuarentena infinita por el cierre del Congreso, la pandemia y la indiferencia ciudadana.
El tema congresal continua con los actuales congresistas elegidos para un periodo corto del enero 2020 a julio de 2021 como son Walther Ascona Calderón y Johan Flores Villegas actuando en momentos complicados por la crisis sanitaria, económica y también política. En esta guerra ambos no han sido generales en la primera línea. Quizás es poco el tiempo para evaluarlo, pero se dejan notar que sufren del “enchalecamiento” a que te somete el sistema congresal.
Que lo dicho nos sirva de antecedente que tenemos saber elegir bien, ya sabemos que la clase política está en crisis, pero en medio de los más de 50 postulantes al Congreso debe haber algunos que son honestos, sencillos, tienen vocación de servicio, son jóvenes y de principios. Escoge bien, conversa sobre su hoja de vida, esta difícil lo sabemos, no nos queda otra, no me digas después que te equivocaste.