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16 septiembre, 2024 1:54 pm

El archivo

Lo anecdótico y triste es que Moquegua es uno de los departamentos que más dinero recibe por concepto de canon y regalías y el que tiene el local más inadecuado. Ningún grupo político, o autoridad elegida plantea la construcción del local propio, moderno, digno para el archivo. Pero sí nos hablan de identidad, aluden pasajes de una mal aprendida historia y hasta nos recuerdan algunos personajes, sin considerar que en el archivo está la principal fuente de esa historia cuya investigación nos permite conocerla mejor.

POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS

En nuestro país se puede generalizar, sin temor a exagerar, que el destino de los archivos institucionales si no es el sótano es la azotea, o acaso cualquier otro ambiente desvencijado que no puede tener otro uso que el de amontonar objetos y papeles considerados de escaso o nulo valor.

Esto es así por el limitado concepto que almacenar documentos por el hecho de ser antiguos son anticuados, carecen de utilidad. Se diría que hasta parecen estorbar; los guardan solo porque así lo obliga una norma. Por eso no se invierte en conservarlos, no se les da un local adecuado, no son motivo de preocupación alguna.

La indiferencia que siempre se ha tenido por el archivo de Moquegua desde su creación, es el ejemplo más patético y real de este abandono y descuido que linda con lo inaudito.

En más de cuatro décadas de existencia, nuestro archivo nunca ha sido visitado por un gobernador ni un gerente general. Ninguno de ellos ha tenido la curiosidad de conocerlo, de ver los documentos que allí se custodian, ignoran por completo su importancia. No han mostrado interés alguno por ver una escritura sobre la fundación española de Moquegua; o la historia del vino y aguardiente que tanta fama nos dio; informarse de los más de tres siglos de existencia de nuestro colegio; ni la menor inquietud de ver el acta de la jura de la independencia de Moquegua. Nadie ha tenido la menor preocupación por esos documentos que datan de hace cuatro siglos. Esa desidia explica el descuido, el negligente abandono en el que se encuentran, desde siempre.

Durante este tiempo el archivo ha ocupado cuatro locales diferentes, todos ellos estrechos, incómodos e insuficientes para albergar la documentación que por ley debería recoger el de otras instituciones. Siempre amenazado por la destrucción, las inundaciones, las goteras que siempre han presentado los techos desvencijados, el excesivo calor o los riesgos de corto circuito, como más de una vez se presentaron.

Lo anecdótico y triste es que Moquegua es uno de los departamentos que más dinero recibe por concepto de canon y regalías y el que tiene el local más inadecuado. Ningún grupo político, o autoridad elegida plantea la construcción del local propio, moderno, digno para el archivo. Pero sí nos hablan de identidad, aluden pasajes de una mal aprendida historia y hasta nos recuerdan algunos personajes, sin considerar que en el archivo está la principal fuente de esa historia cuya investigación nos permite conocerla mejor.

No obstante, esas limitaciones, gracias al personal que allí labora, nuestro archivo es de los mejor organizados del país, como lo comentó el 2019 una historiadora extranjera, que luego de visitar varios archivos nacionales conoció el nuestro.

Cuando me confiaron la dirección propuse la digitalización de todo el acervo documental acompañando el proyecto respectivo, ello permitiría conservarlo y ofrecer un mejor servicio, y expuse la necesaria construcción del local moderno. Plan que fue aceptado y se difundió que ese edificio sería la obra emblemática a lucir por el bicentenario de la independencia nacional. Solo fue un buen deseo.

El archivo de Moquegua tiene un área reservada hace medio siglo donde fue la capilla del Colegio Nacional de La Libertad. Allí se colocó la primera piedra en 1977 en medio del boato de una ceremonia con la presencia del ministro de Educación y las principales autoridades locales. Compromiso que fue ampliamente difundido. Eso fue todo. Solo nos queda el vago recuerdo de un gesto de hace medio siglo.

Sin embargo, como disponemos de los suficientes recursos, siempre mantenemos la ilusión que un día elegiremos a la autoridad con la suficiente ilustración y criterio que le permita tomar la decisión de ordenar la digitalización documental y la construcción de ese local moderno que sea digno reflejo de nuestra rica tradición cultural.

El 2019 el Gobierno Regional ofreció construir el local moderno para el Archivo
En más de cuatro décadas de existencia, nuestro archivo nunca ha sido visitado por un gobernador ni un gerente general – Gustavo Valcárcel Salas.

Análisis & Opinión