POR: DAVID AURIS VILLEGAS
En memoria de las víctimas de Hiroshima y Nagasaki, donde las bombas nucleares dejaron indelebles cicatrices de dolor, la educación emerge como una antorcha por la vida. Al transmitir las lecciones dolorosas del ayer, podemos despertar conciencias y provocar un compromiso global para eliminar las armas nucleares, ya que muchos de los estudiantes más tarde se convertirán en gobernantes y personajes influyentes quienes tomarán decisiones sobre el destino de la humanidad. Esta acción pedagógica compromete a la sociedad y a los países que lideran el planeta.
Un agosto como hoy, hace 79 años, la humanidad fue atacada por las fatídicas armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, aniquilando inmediatamente a más de 200, 000 personas y luego morirían miles más por el efecto de la radiación y las indescriptibles heridas. Fue el momento más terrorífico de nuestra historia, pues habíamos creado un monstruo infernal capaz de exterminarnos. Consciente de esta amenaza que puede poner fin al mundo, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, (ONU), António Guterres, clama por la eliminación de todas las armas nucleares de la faz de la tierra.
Para que no se repita esta dolorosa historia, uno de los sobrevivientes del ataque nuclear, Yasuaki Yamashita afincado en México, nos recomienda que nunca dejemos de hablar del apocalipsis de la bomba atómica y pide a la gente levantar la voz que, no podemos convivir con las armas nucleares. En sintonía con este llamado, la ONU y los países con armas nucleares deben fortalecer el Tratado de No Proliferación de las armas nucleares (TNP) a través de la negociación y el diálogo por la vida, impulsando así la eliminación definitiva de todas las ojivas nucleares.
En este desafío por la vida, las escuelas, como instituciones clave en el desarrollo del pensamiento y el respeto por el prójimo, pueden concientizar sobre las consecuencias de la explosión nuclear mediante testimonios, videos y debates en el aula. Las universidades, además de abordar la eliminación de armas nucleares como un tópico transversal, pueden establecer cátedras especializadas en los efectos de la bomba atómica y fomentar líneas de investigación que contribuyan al debate, demostrando que solo eliminando estas armas podremos tener una real esperanza en el futuro.
Promovamos la paz como nuestro único escudo de sobrevivencia y para asegurar nuestro provenir, exijamos a los gobernantes, líderes mundiales y a la ONU que incluyan la eliminación de las armas nucleares en los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030.