Echar andar la maquinaria

Es hora de ejecutar y no de prometer, el país no debe parar, se debe empezar a explotar y producir de los recursos que tenemos asegurados para los dos años próximos.

POR: ENRIQUE LAZO FLORES  

No hay peor ciego que el que no quiera ver reza el dicho y en el país, donde los ciegos ven solo lo que les conviene viven a sus anchas como dueños de la comarca y, cual villanos quieren ser los gobernantes sin darse cuenta que en el “populorum” solo hay rechazo, por una profunda crisis de falta de ética y moral, que se traduce en un paupérrimo liderazgo de la clase política que nos pretende seguir gobernando desde el legislativo y el ejecutivo.

Es que la miopía de los políticos atornillados en sus curules, no han hecho otra cosa que rodearse de un escandaloso sistema de protección entre ellos, que convirtieron a la clase política  en una suerte de negocio personal, donde cada congresista se cree dueño de la situación y hacen lo que quieren, viajan cuando quieren, donde quieren y como quieren, gastando el dinero del pueblo como les viene en gana, sin dar cuenta a nadie o sea, se olvidaron de cumplir el mandato del pueblo, como es la de fiscalizar.

En ese escenario el país está cayendo en la bruma de una crisis económica y social, con un sistema de protección entre ellos, tanto desde el palacio de gobierno y el Congreso, se han conformado un sistema de espíritu de cuerpo para escudarse, al extremo que ambos poderes se cuidan las espaldas dándose una suerte de “besa manos” cada vez que hay que poner las cosas en su sitio, como si vivieran lejos de la realidad y, claro que lo están.

Para ellos no existe crisis económica, menos crisis social, la pandemia se llevó más de 200 mil peruanos, el dengue está dejando miles de muertos en el norte y la oleada se viene hacia el sur de manera peligrosa, la pobreza se agrava más y “aquí no pasa nada”, a estos señoritos de ambos poderes no les interesa nada, ya estamos a un “tris” de salir fuera de las preferencias como productores de cobre en el mundo, estuvimos con la fortaleza de ser el segundo productor de cobre, hoy corremos  el peligro de ser relegados, y nadie se da cuenta, salvo el titular del Ministerio de Energía y Minas que sueña aun en llevarnos al primer lugar ¿?, paradójicamente soñar es gratis.

La imagen  de país con este gobierno, ha caído a su máximo nivel de desprestigio, no solo por las decenas de muertes en las “tomas de Lima”, producido por la terquedad de Dina Boluarte por mantenerse en el cargo, que tiene el 87 por ciento de desaprobación, sino, por el despilfarro que viene haciendo para tratar de mantenerse en el cargo, designando una millonada de dinero para levantar su imagen en el extranjero, atrayendo a juristas opositores que ayer criticaban al gobierno de Pedro Castillo de cuya plancha es ella y al mismo estilo del Fujimorismo, los “captó” para conformar un colectivo que dizque, van a defender la democracia, semejante cuento nadie se lo cree.

Lo cierto es que, ante las evidencias mostradas por instituciones internacionales de Derechos Humanos, que en el Perú se produjo matanzas extrajudiciales, de las que deben ser sancionados los culpables, el colectivo de juristas tendría un objetivo inmediato la de buscar librar a Dina y Otárola de todos esos delitos que viene investigando la Fiscalía. Allí la pregunta cae de por sí, ¿se logrará saber la verdad mientras que los que investigan son cercanos a Dina?

De otro lado, lo que más se percibe en estos momentos es que la delincuencia y la inseguridad ciudadana se han disparado y de paso, no hay fiscalización ni control político por parte del Congreso, dando paso a la profundización de los delitos, el causante de todos estos males es, el Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso de José Williams Zapata, quienes como fieles representantes de una  falsa derecha, sobre todo el congreso, abandonaron su rol de fiscalización como parte de una oposición dura, pero lamentablemente se han entregado a la derecha bruta y achorada,  que se jacta de ser el único jugador de la cancha, que juega solo, se mete gol solo y se aplaude solo, de vez en cuando soltar un aplauso a Dina que le responde al parlamento, con un aumento de su presupuesto para un Congreso corrupto que hace de soporte para los nuevas instituciones pro Dina. .

En otro escenario,  vemos que el futuro del país en materia económica está poniéndose color de hormiga, ya lo habíamos advertido en ediciones anteriores que, las crisis sociales desplegadas en el corredor minero, los conflictos sociales en Cuajone y otras unidades mineras, están  empezando a pasar la factura a la economía y la muestra más palpable es que este año, los trabajadores mineros de la Southern Perú, no recibieron las utilidades como debía ser, por la paralización, sufrida en la unidad minera de Cuajone, afectando  a la economía de los mismos trabajadores, y también del país, ya que estos conflictos afectaron a la producción y por ende a la tributación.

En estos momentos el país vive una suerte de colapso de valores éticos y morales, y sumado a ello la economía se cae, se soslaya a la única manera de recuperar la economía y no miran a la minería y si lo hacen, es en la dirección que señala el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera Gargurevich  quien afirmó que nos acercaremos al primer puesto de producción mundial de cobre ¿? cuando vemos a la República Democrática del Congo que se acerca al segundo lugar que el Perú ocupa hasta ahora.

Por lo tanto, es hora de poner en práctica lo que realmente necesitamos, activar los proyectos paralizados y que a paso de tortuga se viene promoviendo, sin hacer nada para promover lo que se necesita hacer, se percibe que el gobierno solo considera hacer público lo que quiere hacer sin  echar andar la maquinaria de la producción, allí existe una suerte de temor de hacer las cosas con energía y empezar a mover las piezas de la producción para generar lo que el país necesita, producir más lo que tenemos, la minería.

Es hora de ejecutar y no de prometer, el país no debe parar, se debe empezar a explotar y producir de los recursos que tenemos asegurados para los dos años próximos, proyectos que representan una inversión de alrededor de 6 mil millones de dólares están a la espera, el hambre y la desocupación no esperan, es hora de echar andar la maquinaria de la producción, el pueblo así lo exige.

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