POR: ABG. SANTOS COHAILA
Ya en el año 2019 no hubo convocatoria de admisión por parte de la Universidad José Carlos Mariátegui (UJCM) tras los líos de espera de su licencia de Sunedu. Y en el año 2020 peor aún, esta convocatoria no llegaría nunca con la negativa de la licencia en el mes de julio.
Son entonces cinco mil alumnos egresados de secundaria entre 2018 y 2020, que han postulado a una plaza en educación superior que no encuentran. El sector público entre tecnológicos, la Universidad Nacional de Moquegua (UNAM), el pedagógico solo ofertan entre 1300 y 1500 vacantes anuales. Aun cuando se han creado dos carreras más en la UNAM, pero solo para 70 vacantes adicionales.
De ser así entonces han logrado ingresar en estos dos años 3000 jóvenes quedando en stand by 2000 jóvenes dado que no tienen oportunidad en la región. Y por la situación económica marcharse a otra región significa una erogación mayor y preocupación de los padres de familia.
¿Qué pasará más adelante? Cuál es la perspectiva que tienen los jóvenes egresados de secundaria ante un Estado indolente que le quita el sueño de posibilidades de realización a la juventud. De hecho, que la educación superior universitaria tiende a la privatización con fines de lucro y la pública que no contará con recursos por la pandemia vivirá con problemas el 2021 al 2025.
La educación pública, estamos seguros, cuenta con autoridades que hacen el esfuerzo por la calidad académica y tratar de atender las necesidades básicas de educación, pero es el Estado nacional que ha declarado que a nivel nacional solo se atiene a 147 mil estudiantes cuando al año egresan 450 mil jóvenes de los colegios secundarios. Toda marcha a la privatización de la educación superior.
