Esaú Calagua, integrante del comité de gestión de la construcción del IESTP Luis E. Valcárcel, informó que se llevó a cabo una inspección de control concurrente a la obra y que la Contraloría ha realizado una serie de observaciones.
Entre los 18 puntos observados, destaca el expediente técnico que ha sido modificado recientemente y que, hasta la fecha, no cuenta con estudios especializados, como los de suelos y geológicos. Solo se ha realizado un estudio simple que no garantiza la estabilidad de las estructuras ante un posible sismo.
«También preocupa que este proyecto no cuenta con una licencia de edificación municipal para llevar a cabo la construcción. Según el plan director, la zona donde se realiza la obra no está destinada para educación, sino para comercio y otros usos», expresó.
Asimismo, señaló que los profesionales que laboran en el proyecto no cumplirían con los requisitos mínimos exigidos por la Directiva 017 de la Contraloría General de la República. En este caso, se trata del residente, supervisor, inspector, ingeniero de calidad y un almacenero. Ninguno de los cinco, cumple con el perfil requerido para ocupar el cargo.
Calagua mostró su sorpresa ante esta situación, ya que los currículums fueron evaluados por la Subregión Ilo y fueron aprobados como aptos. Por lo tanto, se pregunta: «¿Quién está mintiendo, la Contraloría o la Subregión?»
Además, mencionó que el proyecto cuenta tanto con un supervisor como con un inspector, lo que significa que dos personas están cumpliendo la misma función. La Contraloría ha observado esta duplicidad, ya que la figura de inspector no está contemplada en la Directiva 017.
«Lo que nos preocupa es que, hasta la fecha, todo se está tomando a la ligera y se está haciendo creer a la población que todo está en perfectas condiciones, cuando en realidad presenta una serie de deficiencias que el gerente de la Subregión no está tomando en cuenta», puntualizó.