POR: LISSETH VANESSA VALDIVIA ROJAS
Diego Daniel Flores Apaza es un atleta paralímpico que encarna la resiliencia, el esfuerzo y el amor por el deporte. Su historia comenzó en la ciudad de Ilo, donde creció enfrentando los desafíos que le dejó la poliomielitis. Sin embargo, lejos de limitarlo, esta circunstancia lo motivó a demostrar que las barreras pueden superarse con determinación y sueños claros.
La vida de Diego dio un giro inesperado cuando, junto a su abuelita, paseaban por el Estadio Nacional de Lima; ahí fue descubierto por entrenadores que notaron su energía y potencial. Fue invitado a formar parte del equipo de básquet paralímpico, donde inició su carrera deportiva. Más adelante, su interés y pasión por el deporte lo llevaron a incursionar en el tenis, disciplina en la que ha destacado y con la que ahora representa al Perú en competencias internacionales.
Este 2024 ha sido un año clave para Diego en su carrera deportiva. Participó en importantes torneos de tenis paralímpico en la categoría quad, dejando en alto el nombre del Perú. En abril compitió en Chile, en junio viajó a Colombia y en noviembre destacó en Argentina, consolidándose como un referente en su disciplina. Estos logros reflejan no solo su dedicación, sino también su compromiso por demostrar que las personas con discapacidad pueden alcanzar metas extraordinarias.
Además de sus logros deportivos, Diego culminó con éxito la carrera técnica de Computación e Informática en el Instituto Tecnológico Luis E. Valcárcel, en su querida ciudad de Ilo. Este logro académico reafirma su convicción de que la educación y el deporte son herramientas poderosas para superar obstáculos y alcanzar el éxito.
Diego no solo busca afianzar logros personales; también tiene un mensaje claro: las personas con discapacidad física pueden brillar, alcanzar sus metas y ser referentes. Para él, el deporte es una herramienta de inclusión que permite a las personas superar prejuicios y limitaciones, mostrando al mundo su capacidad y talento.
Con gran orgullo, Diego recuerda sus raíces en Ilo, esa ciudad que lo vio crecer y que guarda los recuerdos de su niñez; quiere inspirar a los jóvenes de su tierra natal, mostrándoles que el deporte puede ser una oportunidad para soñar en grande y romper barreras. Al compartir su experiencia, espera sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la inclusión y el apoyo a las personas con discapacidad en todas las esferas de la sociedad.
Hoy, Diego Daniel Flores Apaza no solo es un deportista destacado, sino también un embajador del espíritu de lucha y un defensor de la igualdad. Su historia inspira no solo a quienes enfrentan desafíos similares, sino también a todo un país que ve en él un ejemplo de lo que se puede lograr con perseverancia y pasión.
“El deporte no tiene límites, y todos merecemos una oportunidad para brillar”, concluye Diego, dejando claro que su mayor victoria es inspirar a otros a perseguir sus sueños.