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11 agosto, 2025 11:33 am

Desalinización en el sur: ¿solución sostenible o alternativa aún lejana?

Su alto costo y el manejo de salmuera requieren innovación tecnológica, inversión pública y regulación ambiental rigurosa.

POR JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)

Las regiones costeras de Arequipa, Moquegua, Ilo y Tacna enfrentan una creciente presión hídrica. El aumento poblacional, la expansión agrícola y la actividad minera han intensificado la demanda de agua, mientras las fuentes naturales —principalmente ríos y acuíferos— muestran signos de estrés. En este contexto, surge la propuesta de instalar plantas desalinizadoras como solución estructural. Pero ¿es viable técnica y económicamente?

ESCENARIO HÍDRICO ACTUAL

Las ciudades costeras del sur dependen de cuencas como el río Tambo, Locumba y Caplina, que presentan variabilidad estacional, sobreexplotación y conflictos de uso. La minería, por su capacidad de inversión y prioridad estratégica, accede a volúmenes significativos de agua, generando controversias con comunidades agrícolas y urbanas. La necesidad de una fuente sostenible, de calidad y bajo costo se vuelve urgente.

¿QUÉ ES LA DESALINIZACIÓN?

La desalinización convierte agua de mar en agua dulce mediante procesos como la ósmosis inversa, que utiliza membranas para separar las sales. Aunque es una tecnología probada en países como Israel y España, su aplicación en el Perú enfrenta desafíos técnicos, económicos y ambientales.

COMPARACIÓN DE COSTOS

El costo de producción de agua desalinizada varía entre US$ 0.80 y US$ 2.50 por m³, dependiendo de la escala, tecnología y fuente energética. En contraste, el agua natural de ríos y acuíferos cuesta entre US$ 0.20 y US$ 0.50 por m³, sin considerar el impacto ambiental de su extracción.

La diferencia es significativa, pero podría reducirse con la incorporación de energía solar, que ya muestra una tendencia de abaratamiento en el mercado global. Ejemplo: en zonas desérticas de Ilo-Mariscal Nieto, con alta radiación solar, esta opción reduce costos, pero todavía debe bajarlos más.

EL PROBLEMA DE LA SALMUERA

Uno de los principales cuestionamientos ambientales es el manejo de la salmuera, el residuo hipersalino que se genera tras el proceso. Si se vierte en zonas costeras poco profundas, puede alterar la salinidad, afectar la biodiversidad marina y perjudicar la pesca artesanal, actividad clave en Ilo y Tacna.

Sin embargo, estudios recientes proponen soluciones como:

  • Vertido en el zócalo continental, a varias millas de la costa, donde la dispersión es más eficiente.
  • Valorización de salmuera, mediante la extracción de minerales como litio, magnesio y boro.
  • Cultivo de microalgas y salicornias, que aprovechan la salmuera para producir biomasa y fertilizantes.

Estas tecnologías aún están en fase piloto, pero podrían convertir la salmuera en un recurso útil, reduciendo su impacto ambiental.

¿PARA QUIÉN SERÍA RENTABLE?

Una planta desalinizadora que atienda a más de 100,000 personas, junto con sectores agrícolas y mineros, podría alcanzar economías de escala que justifiquen su inversión. El precio de venta del agua debería oscilar entre US$ 1.00 y US$ 1.50 por m³, con tarifas diferenciadas para usuarios domésticos, agrícolas e industriales.

CONCLUSIÓN

La desalinización es una alternativa estratégica para el sur del Perú, pero todavía no es una solución presente. Su alto costo y el manejo de salmuera requieren innovación tecnológica, inversión pública y regulación ambiental rigurosa. Con el avance de la energía solar y la valorización de residuos, podría convertirse en una fuente sostenible y competitiva en el próximo quinquenio.

Por ahora, el enfoque debe estar en optimizar el uso del agua natural, mejorar la eficiencia en todos los sectores y preparar el terreno para una transición hídrica más resiliente.

Análisis & Opinión