Una cesárea realizada en el Hospital Regional de Moquegua se convirtió en un calvario para la Sra. Nilda Quispe Quispe, quien denunció que una compresa de 35×35 cm fue dejada dentro de su abdomen tras la cirugía el 6 de agosto de 2024.

Quispe señaló como responsables a los médicos Shirley Cuellar Yanqui y Anderson Álvarez Apaza, además de la licenciada Lidia Paredes Mamani y el técnico Alfonso Ramos Mamani, quienes también participaron en la ligadura de trompas realizada durante el procedimiento.

«Lo que me indigna es que estas personas sigan trabajando como si nada, minimizan mi caso y no se me hace justicia. Se sabe que han cometido otras negligencias médicas, pero no se presenta la denuncia», aseveró.

Los problemas de salud comenzaron veinte días después, cuando Quispe presentó fuertes dolores en el costado izquierdo y descubrió un bulto anormal. Tras acudir a emergencias y realizarse estudios en una clínica particular, se confirmó la presencia de una presunta gasa en su organismo.

Gracias a una intervención quirúrgica posterior, se logró extraer el objeto, pero la experiencia afectó profundamente su recuperación y la de su bebé, además de ocasionarle gastos adicionales y problemas laborales.

“Pido justicia y que los responsables enfrenten las sanciones correspondientes. Esto no solo afectó mi vida, sino la de mi hijo recién nacido”, declaró Quispe, quien ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía.

Las autoridades médicas y legales aún no han emitido declaraciones oficiales sobre el caso, pero se espera que se tomen las medidas pertinentes para determinar responsabilidades.